Ken Kaneki: Un héroe marcado por la tragedia

(Caracas, 1 de Febrero. Yakuza Webzine).- Debo confesar que últimamente he desarrollado un desmedido interés por los personajes que plantean una gran cantidad de conflictos internos; bien sea en el animé, manga o libros. El porqué puede hallarse en un sentimiento muy humano llamado morbo o por la variedad de sentimientos generados por este tipo de personajes cuando están bien desarrollados, o su fascinante complejidad.

Asimismo, debo admitir que cuando comencé a leer Tokyo Ghoul; habían sentimientos encontrados; en algunos momentos me pareció inconsistente, en otros las situaciones me parecieron apresuradas; y su adaptación al animé me pareció absolutamente injusta, puesto que da por entendido muchas cosas y descontextualiza otras, pero eso es parte de otro tema. De lo que quiero explayarme en este artículo que estoy escribiendo en un frenesí luego de terminar el manga; es de uno de los personajes más trágicos, lastimeros y al mismo tiempo adorables que he leído en un manga en muchísimo tiempo: Ken Kaneki.

El protagonista de Tokyo Ghoul se describe a sí mismo en la primera página como el protagonista de una tragedia. Y vaya que lo es.

Convertido en un Ghoul (un tipo especial de criaturas que se alimentan de otros seres humanos) después de haber sido atacado por la chica con la que había soñado durante meses. Ken se halla de manera abrupta como el eje de un conflicto del que ni siquiera quiso formar parte, sin un lugar al cual pertenecer; pues no puede volver junto a los humanos por miedo a la constante tentación a devorarlos y considera a los Ghouls unas criaturas horribles, por lo cual tampoco puede convivir con ellos.

Arrancado de la vida que le era conocida, halla un poco de paz en medio de la tormenta refugiado en Anteiku: un pequeño café donde se refugian los Ghouls que se rehúsan o no pueden cazar humanos, pero la tranquilidad no dura mucho puesto que su origen es dudoso y su olor muy particular. Lo que llama la atención de otros Ghouls y la CCG (Coalisión Contra Ghouls), debido a que, sin saberlo también, es la llave a un descubrimiento que podría representar la victoria del bando del que decida formar parte.

Viendo desde pequeño como su madre ponía el bienestar de otros por encima del suyo; sacrificándose por ellos incluso hasta la muerte. Ken se halla tan comprometido con los Ghouls que le recibieron en Anteiku, a los que considera ahora su familia, que se obsesiona con poner un fin a la guerra entre ambos bandos; anhelando volverse más fuerte para poder proteger a quienes aprecia, pero sin dañar a los humanos al mismo tiempo. Decisión que le arrastra a la locura en varias ocasiones y que también le significa muchas pérdidas.

Ese precepto: «Antes de dañar a otros, es preferible ser tú el que reciba el daño»; no solamente representó la perdición para él, sino para aquellos a quien desesperadamente trató de proteger. Una conducta dañina que no solo le condujo a más tragedias, sino que lo dejó más solo que al principio.

El comportamiento de Ken se puede ver desde dos perspectivas, o demasiado sacrificado… o demasiado cobarde. El miedo a quedarse solo solo le condujo a malas decisiones (terribles decisiones), y su máxima de no herir humanos en medio de un conflicto tan polarizado solo le representó una carga más pesada de la que podía llevar en su conciencia.

Pero, de un modo o de otro, no podía llegar a odiarlo. Ken, siendo humano, presenció cuan crueles y egoístas podemos ser los seres humanos ante una amenaza, y siendo un ghoul vio como una especie acorralada llegó a las cosas más impensables solamente para conseguir el poder que les permitiera vengarse o proteger a los que amaban.

En mi percepción, es uno de los personajes mejor desarrollados en este manga, y uno de los más lastimeros que he tenido la oportunidad de leer. No solamente por verse tan involucrado en una lucha en la que nadie le pidió permiso, sino por la constante lucha entre sus dos yo: el humano débil que siente que no puede hacer nada por quienes quiere y el Ghoul hambriento y egoísta que solo quiere destruir todo.

Incluso ahora en su segunda parte; llamada Tokyo Ghoul: RE, de nuevo lo vemos dudando de sí mismo. Debatiéndose entre aceptar ese lado suyo que es un monstruo o renunciar a sus recuerdos que incluyen a sus seres más queridos, viviendo bajo el constante riesgo de que el bando para el que sirve se deshaga de él en cuanto deje de ser útil. Sólo por temor a recordar que crímenes pudo haber cometido en su ceguera.

En conclusión; Ken Kaneki no puede ser categorizado como un héroe o un villano, es un guerrero sacrificado. Con todo lo que esto implica… teniendo como único final un ciclo de tragedias que él ya decidió vivir mientras los que estima estén a salvo. Así se convierta en el monstruo al que tanto teme.

Por Kuro No Hatter (@kuronohatter)

Imagen: Sui Ishida.