Watsuki pagará una multa de 200 mil yenes por posesión de pornografía infantil

(Madrid, 27 de Febrero. O’kuroku).- La Fiscalía de Tokyo introdujo una solicitud de condena contra el mangaka Nobuhiro Watsuki de 47 años, por posesión simple de pornografía infantil. Ese mismo día, la Corte Ordinaria de Tokyo ordenó a Watsuki pagar una multa de 200.000 yenes, el equivalente a 1.900 dólares.

Nobuhiro Watsuki, cuyo nombre real es Nohubiro Nishiwaki, tenía en su poder múltiples DVD con vídeos de niñas desnudas en sus primeros años de adolescencia. Así lo dio a conocer la Fiscalía de Tokyo el pasado mes de octubre.

Las autoridades requisaron el material en la casa de Nobuhiro Watsuki como parte de otra investigación, que le vinculaba a la compra de DVD de pornografía infantil. La Policía Metropolitana de Tokyo encontró el material en la oficina de Watsuki en la ciudad.

La Policía acusó a Watsuki de estar en posesión de este material desde julio de 2015. En su interrogatorio, Watsuki dijo que le gustaban las chicas «en sus últimos años de escuela primaria y hasta alrededor de su segundo año de escuela secundaria, es decir, niñas entre los 11 y 14 años.

El tener material de pornografía infantil en Japón no fue considerado delito hasta esta década, y actualmente es penado con hasta un año de cárcel, una multa de hasta 1 millón de yenes (alrededor de 8.800 dólares americanos) o ambas.

Watsuki es mayormente conocido por ser el creador de Rurouni Kenshin, manga que se publicó entre 1994 y 1999 en la revista Shonen Jump Semanal de la Editorial Shueisha. El manga ha vendido alrededor de 70 millones de copias, ha sido adaptado al anime en una exitosa serie de television, múltiples proyectos para vídeo y películas tanto animadas como de acción real.

Hace pocos años inspiró una trilogía de films entre 2012 y 2014 de gran éxito comercial y se hablaba de la producción de una nueva película. Más recientemente se lanzó un nuevo manga ilustrado por Watsuki y escrito en equipo junto a su esposa, Kaoru Kurosaki. Rurouni Kenshin: Hokkaido Arc tenía tres capítulos publicados en Jump SQ cuando inició este escándalo y se le puso en pausa hasta nuevo aviso.

Un chiste de multa

Apartándonos de lo meramente informativo, no podemos dejar pasar la oportunidad de opinar respecto a esta noticia. Como fans de Rurouni Kenshin, sigue afectándonos el hecho de que Nobuhiro Watsuki tenga estas tendencias. En lo personal, defiendo el separar un poco al autor de su obra, porque es imposible que Kenshin deje de gustarme en retroactivo. Ya la leí, la vi y disfruté. Es mi manga y anime favorito y hasta mi boda fue temática de esta obra (antes de saberse la noticia).

No obstante, si bien soy capaz de separar una cosa de la otra y entiendo las diferencias culturales entre Japón y Occidente, no deja de parecerme una burla este proceso. ¿Para poner esa misera multa desataron todo este escándalo? Incluso la pena máxima suena a poco si de hecho se trata de un delito grave. ¿O es que el material es bastante menos explicito de lo que pensamos? En cuyo caso sigue siendo igual de asqueroso, pero es un atenuante.

Menos de 2 mil dólares de multa es algo que Watsuki se puede gastar en cualquier tontería, no representa un castigo real si la intención era sentar un precedente. La multa máxima, de 8.800 dólares también es ridículamente baja si consideramos que podía ir acompañada de hasta 1 año de prisión. Obviamente Watsuki no pasará ni un día en prisión y seguramente ni siquiera perderá su matrimonio. Todo quedará en el olvido.

¿Entonces cual fue el propósito de todo esto? En 2002, Mitsutoshi Shimabukuro fue arrestado por violar las leyes de prostitución infantil. Se le acusaba de pagar 80.000 yenes a una adolescente de 16 años por tener sexo. En esa época el mangaka tenía 27 años y fue condenado a 2 años de prisión, pero su pena fue suspendida.

Volvió a trabajar en un manga en 2004 y para 2008 inició la serialización de Toriko, su manga más exitoso a la fecha. Al final, salvo el mal trago que vivió en 2002, su carrera no se vio afectada. Al contrario, ahora es más exitoso. ¿Entonces cual es el castigo? Al final siento que todo este escándalo tras los actos cometidos por Watsuki no tendrán ninguna consecuencia. Estas historias seguirán repitiéndose en Japón y todo porque el problema de base es cultural. 

Con información de ANN