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Los 7 pecados capitales del fandom

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pecados capitales del fandom

(Maracay 18 de Enero. Yakuza Webzine).- ¡Ah, el fandom! Ese nombre que nos pusimos para involucrarnos a todos. Porque para no decir Los Gamers, Los otakus, los fickers, los dibujantes, los readers, los frikis, los nerds, los cosplayers…decimos El Fandom y eso parece englobarlo todo. Y al igual que en el valle del señor, hay de todo en este mundillo… desde aquellos que disfrutan su afición sin interferir con nadie (mi tipo favorito), hasta aquellos que toman su gusto como una religión y pretenden estampársela a todos en la cara para que la adoren obligatoriamente. Por eso, y por todos los escándalos, dramas y explosiones que me ha tocado mirar en mi recorrido, decidí escribir lo que después de una extensa investigación considero los siete pecados capitales del fandom.

Como es natural, este artículo está basado en los 7 pecados capitales originales, pero adaptados a esas crisis que hemos sufrido como fanáticos e incluso en las que hemos caído. Porque nadie es inocente… y el que lo sea, pase al frente y lance la primera piedra.

Lujuria

Aquí todos, TODOS, somos culpables en menor o mayor medida. Y es que la lujuria no abarca solamente los deseos carnales sino la posesión o el amor desmedidos hacia alguien o algo. Considerando que el 98% de nosotros ha deseado desmedidamente a tal o cual personaje, es un pecado en el que todos caemos. No obstante, existen ciertos territorios oscuros del fandom donde esto ya raya en la atrocidad; y no, no me refiero a aquellos que les gusta el yuri o el yaoi… ni siquiera el hentai. Son esos que van mucho más allá… ustedes saben quiénes son. Todos sabemos quiénes son.

Asi nos ponemos todos. No mientan.

La lujuria también puede abarcar esa desesperación porque los personajes que juntamos al momento de ver una serie o leer un manga tengan sexo de una vez por todas. Esa especie de morbo que nos causa el saber que ya intimaron forma parte de esto, pero ¡Hey! Es normal cuando nos involucramos de más en una historia; es parte de lo que el escritor quiere y la razón por la cual siembra tanta tensión entre los/ las dos.

La solución a esto es admitir que todos tenemos algo dañado dentro de nosotros y seguir con nuestras vidas. Es algo normal, sobre todo en la edad de las hormonas.

Codicia

Al igual que la lujuria, todos somos víctimas en algún momento de la codicia. Queremos todo lo que exista de determinada serie o personaje. Y no importa cuanto tengamos, jamás será suficiente. No importa si en tu pared no caben más afiches, o en tu bolso no caben más chapas o tu disco duro ya no soporta otra OVA o capítulo especial, siempre habrá espacio para una imagen más y si no hay, se lo harás.

El verdadero problema se presenta cuando el dinero gastado en el vicio supera a los ingresos y aun así no importará. Algunas personas gastan en cigarrillos, otras en alcohol y fiestas y tú en ese nendoroid de Hatsune Miku que tienes que tener.

La expiación de este pecado viene quizás con el tiempo y la madurez de entender que necesitas donde vivir y qué comer, pero no es que la inversión se vaya a mermar, no. Sino que se reducirá, y quizás… solo un poco.

Soberbia

La soberbia se origina en la creencia de que como no tenemos dos días en esto sabemos más que cualquiera que se haya añadido al fandom recientemente. Este pecado es más fuerte en aquellos que se llaman “otakus de vieja escuela” e incluso en muchos de la nueva… que piensan que lo mejor que han visto en la vida es Sword Art Online y Mirai Nikki y no existe razonamiento que los saque de allí.

En los videojuegos, son aquellos fanáticos que siempre se quejan de los que juegan LOL y dicen que en su época los juegos tenían verdaderamente historia (a pesar de que los gráficos fueran malos), pero los oyes decir que Assassin’s Creed no sirve después del segundo, que el final de Mass Efect es terrible y que no tienes derecho a hablar si solo juegas FIFA. En fin, en todos los fandoms hay hípsters… y donde hay hípsters, hay soberbia.

La forma más sana de expiar esto es abriendo la mente. Sí, así de simple. Aceptando que de nueva escuela o vieja, que nos guste algo no nos da el derecho implícito de empujárselo por la garganta a los demás.  Y menos de decir que es lo único bueno que hay. Recuerden el dicho “En vez de atacar lo que no te gusta, promueve lo que te gusta”

Envidia

Este es el pecado más delicado, porque siempre levanta más controversia de la que debería. Ciertamente la envidia, dentro del fandom o fuera de él es una manifestación de nuestra propia inseguridad. Siempre que sentimos desprecio hacia alguien porque ha logrado cosas que nosotros no, estamos cayendo en él y lo peor del asunto es que nunca admitimos abiertamente que somos víctimas de la envidia, todo lo contrario, la disfrazamos de crítica, observación e incluso de un consejo.

En el fandom, podemos decir que todos hemos sentido algo de envidia alguna vez. Sin embargo son los cosplayers y los organizadores de convenciones quienes parecen ser los puntos de referencia en esta área, pero no son los únicos. Quienes hacen fanart o escriben fanfiction también manifiestan esa conducta. El “Yo tengo más likes/comentarios/ vistas/ lecturas que tu…” parecen ser una frase común y el objeto de deseo en aquellos que más que amar lo que hacen, aman que otros les digan que aman lo que hacen.

¿Cómo nos redimimos? Ese es un trabajo interno, que al igual que la soberbia debe partir desde nosotros ¿Crees que puedes escribir, dibujar, hacer un evento o un cosplay mejor que otro? entonces hazlo, pero si el resultado que esperas es que se te ponga por encima de otro entonces fracasarás terriblemente. No hay nada mejor que la satisfacción personal por un trabajo bien hecho. También, sugiero no tomarse las cosas tan a pecho… al final del día ¿estuviste feliz con los resultados? Si la respuesta es sí, mi amigo… usted ha sido perdonado y puede irse en paz.

Ira

En este año, la rabia desmedida parece haber cobrado muchos adeptos, y muchas víctimas. Desde personas que justifican su enojo partiendo de que alguien más las ofendió primero, o el esconderse detrás de un escudo de “estás ofendiendo mi raza/ credo/orientación sexual/ fisionomía, etc.” La ira dentro de muchos fandoms cobró tanta fuerza hasta convertirse en un monstruo como Godzilla amenazando con llevarse a todos a su paso. Desde Steven Universe, hasta Smash Bros, todo el rencor generado por quienes no compartían una idea y atacaban a los que sí y viceversa, hizo insoportable para muchos convivir hasta el punto que era agotador debatir una idea porque no tenía caso luchar contra la corriente. Sí, hablo con ustedes fandom de Star Wars.

El control de la ira solo se controla con inspirar profundo y cerrar la pestaña del computador. Si usted quiere manifestar su descontento con la forma en que se hizo The Force Awakens, hágalo sin ofender a nadie y sin ganas de querer ser popular. Si eres de los que la idea de que Bayonetta aparezca en Smash Bros le parece la mejor adición que Nintendo pudo hacerle a la saga, repita el procedimiento y si es de los que no necesita gritar en internet que aprueba o desaprueba algo para sentirse relevante… usted ha alcanzado el nirvana y lo admiro. Lo que me lleva al siguiente pecado.

Vanidad

Muchos (no voy a decir todos, hay gente que superó eso ya) dentro del fandom hemos pasado por crisis de autoestima terribles y hemos estado necesitados de atención. El pecado de la vanidad se origina en esa misma urgencia de ser reconocidos y alabados por algo que hemos hecho bien en busca de satisfacer un vacío. Sí, todos tenemos algo de ego, es cierto… y el que diga que no le gusta el mérito está mintiendo descaradamente, pero cuando la principal meta y la principal satisfacción persigue el único objetivo de cuantos admiradores podemos ganar con esto o cuan popular podemos  volvernos, ya estamos cayendo en vanidad.

La vanidad es otro mal que siempre está relacionado con cosplayers, pero va mucho más allá de ellos. También los sufren los youtubers, reseñistas e incluso muchos que llevan páginas de este estilo (yo lo admito, si soy un poco vanidosa).  Y un poco de vanidad no está mal, si eres bueno en lo que haces tienes todo el derecho de presumir un poco… el verdadero problema radica cuando lo que presumes supera lo bueno que eres porque pierde el equilibrio la balanza. Eso, y no permitirle a nadie que intente hacer lo que tú haces bajo el pretexto “No podrás ser tan bueno como yo”.

La vanidad, en su justa medida, no es un pecado tan grave. Ahora, cuando se vuelve incontrolable caemos en soberbia. Y nadie quiere a su alrededor un ególatra que solo piensa en sí mismo… no importa que tan bueno sea en lo que hace.

Pereza

Pareciera el menos grave de los pecados del fandom, pero no. La pereza se manifiesta en todas esas series, juegos, libros, fics, dibujos, mangas que dejamos sin terminar. Y no porque sean malos y nos aburrieron, sino porque simplemente nos dio flojera continuar. Al igual que todos nuestros esfuerzos por perseguir lo que queremos en verdad.

Dejar una serie a la mitad no es tan grave si lo comparas con dejar tus clases de idiomas a la mitad. Esas que decías que te llevarían a Japón a cumplir tu sueño… y mucho menos aún si las comparas con ese dibujo que nunca terminaste porque creíste que jamás serías bueno en ello y no merece la pena. O ese libro a medio escribir porque te indigna que nunca llegue a publicarse. La desidia es una consecuencia de la pereza, así como todo aquello que anhelamos y que por no intentarlo un poco más, dejamos así.

Saitama, protagonista de One Punch Man, manifestó en varias ocasiones que su poder fue la consecuencia de años de ejercicio sin descanso. Luke necesitó mucho entrenamiento para controlar la fuerza aunque hubiese nacido con ella, Batman necesitó años de paciencia y terapia para recuperarse de la lesión que Bane le causó e incluso Kratos esperó siglos para vengarse de la forma en que los Dioses lo habían utilizado. Entonces, ¿En serio crees que si decides empezar a tomar clases de dibujo hoy serás el próximo da Vinci mañana? Si algo nos enseñó Shia Labeuf es que tenemos simplemente que decidir hacerlo y continuar donde todos los demás decidieron parar. Es muy inspiradora esta parte del artículo, pero si la flojera o la ausencia de una situación idónea es lo que te detiene… entonces ya has sido absorbido por la pereza. Y esa solo se vence con determinación… porque Mario tuvo que recorrer muchos castillos antes de salvar a Peach, o ¿Qué hubiese pasado con Frodo si le hubiese dado flojera ir a Mordor a deshacerse del anillo?

En resumidas cuentas, no quiero decir que con esta guía no caeremos en ninguno de estos vicios, porque estaría mintiendo. Sin embargo, identificándolos sabremos como dejar que no nos dominen y alcanzar la utopía de un fandom donde podamos debatir sabiamente porque los sables de luz son todos azules o por qué una película se vuelve 4 veces más épica si Samuel L. Jackson está en el cast.

Que el señor Goku esté con ustedes, y con su espíritu. Pueden ir en paz.

Por Kuro No Hatter (@kuronohatter)

todas las imágenes pertenecen a sus respectivos estudios y creadores.

 

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