Yuri!!! on Ice cerró su historia apostando por una secuela

(Madrid, 22 de diciembre, Yakuza Webzine).- Vamos a aceptarlo, Yuri!!! on Ice terminó siendo uno de los animé más sonados de la temporada de otoño. Con sus altibajos de producción, animación ridícula a veces e historia sencilla pero muy emotiva, logró cautivar los corazones de miles de personas en las 12 semanas que duró su transmisión.

Lecciones de amor que podemos aprender de Yuuri y Viktor
Macho que se respeta ve Yuri on Ice

No pude evitar caer en spoilers con esta reseña final, así que si van a leer la reseña de la temporada, háganlo una vez que hayan terminado de ver la serie. ¡Gracias!

Yuri!!! on Ice narra la historia de Yuuri Katsuki, un patinador profesional que se siente muy por debajo de los demás. Luego de sufrir una humillante pérdida en la competencia más importante de su vida, se ve en la obligación de tomar una decisión. O patina por un año más, o se retira del patinaje artístico para siempre.

Para darle una nueva esperanza llega su ídolo, Viktor Nikiforov, como un ángel enviado de Rusia profesándole su dedicación y declarándose a sí mismo su nuevo entrenador consagrado. Los sueños de Yuuri no se pueden ver más palpables que Viktor frente a sus ojos, y una vez más encuentra las ganas de seguir adelante con sus sueños.

La trama de Yuri!!! on Ice no es nada especial. Todos hemos visto un animé de deportes con una trama así (Kuroko No Basket, o Haikyuu!!, solo por nombrar algunas), donde el protagonista no es el más talentoso ni el prodigio de su deporte. Sin embargo, Yuri!!! on Ice trasciende más allá de una historia deportiva, y logra crear algo que a muchos les inspiró, y terminó mutando en una historia enteramente humana y dedicada, sobre todo, a su personaje principal y su desarrollo.

Sin tocar más allá sobre los simbolismos que jugaron un papel importantísimo en esta historia, tenemos un cuento de superación personal y ganas de seguir creciendo y mejorando. Yuuri, un personaje bastante unidimensional termina convirtiéndose en alguien complejo, con muchos sentimientos que no sabe cómo expresar. Al ser el narrador de nuestra historia, reconocemos su pasión por dos cosas: El patinaje y Viktor. Sin embargo, las pocas veces que vimos más allá de la visión de Yuuri, caemos en cuenta de que el enigma realmente son sus sentimientos y sus aspiraciones, ya que, incluso hasta el final de esta primera temporada, no quedan enteramente claras.

Viktor Nikiforov es uno de los personajes que más ha resonado en las redes sociales desde su aparición. Con una apariencia bastante atractiva y llamativa, se le podía pensar como alguien superficial y básico, pero resultó ser una persona muy madura que necesitaba encontrar algo más allá de su afición para sentirse vivo. Y cuando Yuuri entra en su vida, Viktor le da las herramientas para luego ser testigo de algo maravilloso; la evolución psicológica, física y emocional de alguien que en un principio ni siquiera sabía lo que hacía.

El final de Yuri!!! on Ice no fue exactamente sorpresivo, de hecho fue bastante predecible. Nada más por talento y pasión sabíamos que Yuuri no sería el ganador del Grand Prix Final, pero aun así, lo mejor que se pudo sacar de un final así fue que hubiese segunda temporada. Crucemos los dedos.

El soundtrack fue uno de los altos de la serie, sobre todo las canciones utilizadas para las rutinas de patinaje. La música variaba desde teatro musical, música clásica hasta pop y rock,  y a pesar de la animación, que fue disminuyendo en calidad a partir del segundo episodio, las coreografías fueron entretenidas y disfrutables.

El mayor fuerte de la serie fueron sus personajes, que llegaron a ser muy variados entre nacionalidades, personalidades y diseños. Su mayor falla, sin embargo, fue apostar por una animación que, al principio se notaba muy prometedora, pero que se vio de inmediato que acabó con el presupuesto solamente con dos coreografías de patinaje.

La dirección estuvo bastante bien, pasando por alto un par de decisiones bastante cuestionables que se pueden apelar como un intento de resguardar la integridad del proyecto como un animé de deportes con algunos toques de fanservice. El otro problema que encontré fue que, a pesar de que ciertamente el desarrollo de Yuuri como personaje estuvo fantástico y bien enfocado, no aprendimos nada de Viktor, o Yurio, en lo absoluto. No entendemos el porqué de sus problemas o contradicciones, y eso quedará como algo a desarrollar en la siguiente temporada, si es que la confirman.

La relación de Viktor y Yuuri también jugó un papel sumamente importante en lo que fue el factor atractivo de la serie, pero si me pongo a cortar esa tela no terminaré nunca, por lo cual dejaré el tema para otro artículo. Sin embargo, una de mis compañeras hizo una lista de por qué su relación es un ejemplo a seguir, y les sugiero que si son fans del Viktuuri, se pasen por ahí a echarle un ojo a su artículo.

Teniendo en cuenta que el estudio Mappa no es muy conocido, tienen que tener mucho cuidado con el titán que han creado con esta serie. Esperemos entonces que pronto se confirme el mensaje de See you next LEVEL! y tengamos una razón para celebrar una segunda temporada. Y por favor, que le pongan un poquito más de presupuesto al patinaje no estaría mal.

¿A ustedes qué les pareció la serie en general? Estoy segura de que me pasé por alto algunos detalles y opiniones, pero si me pusiera a hablar de mis sentimientos largo y tendido, el artículo tuviera más de tres mil palabras. No se olviden de dejar sus comentarios más abajo y nos vemos en una próxima reseña.