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¿Muy poco o demasiado? Cuando un anime no sabe llegar al final

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(Maracay, 22 de Junio. Yakuza Webzine).- ¿Cuantos anime no has visto que llegan al final en solo 26 episodios y te dejan un vacío enorme y ansias de más? ¿Cuantos no superan los 500 capítulos y no acaban nunca? Saber concluir una historia es un arte y en el mundo del anime, también un negocio.

¿Por qué algunos anime concluyen antes que su manga o se desvían por completo? La razón primordial es la relación costo/beneficio, no los motivos artísticos. Hacer anime es más costoso que hacer manga y no necesariamente más redituable.

Pero ocurre el caso contrario, hay anime que nunca acaban, sin importar que la historia ya no tenga sentido, que la animación sea mediocre, que el rating no sea el de antes ¿Por que ocurre esto? Por la misma razón que algunos concluyen antes, la relación costo/beneficio.

También hay un tema de sensaciones en la audiencia. A veces, el final de una serie deja a la audiencia con hambre de más. ¿Les suena Cowboy Bebop? Sin embargo, es porque sus creadores se mantuvieron en sus trece y cumplieron su visión, que esta serie es considerada un clásico. El hambre por más sigue allí, pero Bebop permanece incólume, considerada una obra maestra.

A veces el hambre de éxito puede a los creadores que también tenían una visión y entonces ocurre lo de Evangelion. Spin-Off, reinterpretaciones, remakes, otros mangas. Parece que Gainax quisiera exprimir hasta lo último una propiedad que había quedado casi perfecta con The End of Evangelion. ¿Que no era el final?

Hablamos del casi extinto formato de 26 episodios y de dos obras que quedaron casi perfectas en el mismo. ¿Pero que pasa cuando en verdad es muy poco lo que dura el anime? Un ejemplo que se viene a la mente es el de Ao no Exorcist, una obra de 25 episodios, que pretendió resumir varios volúmenes de manga al extremo de arruinar la historia. ¿No podrían haber hecho algo un poco más largo? Quizás, pero el dinero habla. En este caso el final es malo, porque ocurrió muy pronto.

Y hay peores casos.

Slam Dunk tuvo 101 episodios, pero es infame porque nos dejó sin ver el esperado campeonato nacional. Pese a su excelente historia, personajes y otros elementos, la adaptación de la obra de Takehiko Inoue no fue completada, cortándose antes de llegar al final del manga. Todo esto pese a que tuvo éxito con una animación que por momentos era subpar ¿Que privó para que fuera cancelada?

Del otro lado de la acera están las series que no saben cuando irse, incluso cuando ya es notorio que están decayendo en su nivel y recurren al relleno para seguir con vida. ¿Bleach les suena? Finalmente, la serie fue cancelada, como un perro que sacrifican porque no tiene salvación.

Otros en cambio, no están ni cerca de ser cancelados y la verdad sea dicha, nadie espera que los cancelen, como One Piece con más de 700 capítulos. ¿Cuando es demasiado? ¿Cuando llegará Luffy a ser el Rey Pirata? No lo tomen a queja, considero a Oda un maestro narrador en el manga, pero el anime podría usar un descanso, al menos para evitar el relleno, que es el mayor mal de las series largas.

No por nada el relleno mató a Samurai X (Rurouni Kenshin), una serie con altos valores de producción y amada universalmente, que a causa de que el anime alcanzó al manga, se vio forzada a sacar sagas de relleno que significaron una caída abrupta en los ratings y una cancelación a destiempo.

En cambio, ni con casi dos años de relleno, Naruto fue cancelada. Al contrario, su público aguantó el desplome en su calidad, hasta que se estrenó Shippuden, donde la caída fue aún mayor en calidad, incluso en la animación. ¿A quien le gustó esa pelea entre Pain y Naruto?

¿Que duración es la más adecuada para una obra? La que se ajuste a las necesidades de la historia. Pero en un mundo donde el dinero manda, no se puede dejar a una serie durar tanto como quiera o tan poco como quiera sin sacrificar algo o sin alienar a alguien. Si dura muy poco habrá quien se queje por las oportunidades perdidas, como por ejemplo, si no se renueva Death Parade. Si dura demasiado una serie se arriesga a perder el favor de su público y ganarse el odio.

Ni que hablar de ejemplos como Inuyasha, fue largo, si, pero se dejó un montón del manga por adaptar, pese a que tuvo éxito. Y del otro lado de la acera una tal Claymore, que fue excesivamente corta y obviamente dejó por fuera todo lo bueno que le quedaba al manga. Un final puede dejar con sabor a poco por exceso y por defecto.

En un mundo ideal, una historia durará exactamente lo que debe y se producirá dejando tiempo al mangaka de concluir la obra sin afectar los tiempos. Recientemente algunas obras han sido tan afortunadas que han recibido presupuesto y respeto. La adaptación de, por ejemplo, Yowamushi Pedal, fue casi idéntica al manga y se tomó una pausa entre temporadas para permitir al manga concluir el arco argumental. Quizás se excedió demasiado en alargar secuencias ¿Pero en general? Gran trabajo.

Hace un tiempo otro tanto ocurrió con Bakuman, dividida en 3 temporadas y dejando margen entre si, esta serie adaptó casi cuadro a cuadro el manga, llegando a una conclusión satisfactoria. Ni que decir de Kuroko no Basket, a punto de concluir su tercera y última temporada, reflejando a la perfección el espíritu de la obra, tratamiento que no recibió Slam Dunk en los 90, cancelada cuando venía lo bueno.

En cambio, Tokyo Ghoul adapta mal ambas temporadas y pese a que permanece popular ya se siente como otra obra. Un caso similar al de Full Metal Alchemist, cuyo anime original es casi por completo diferente al manga, lo que motivó que saliera un segundo anime y dividió a los fans en dos.

¿Y que me cuentan de los eternos regresos? ¿Cuanto más deben contarnos la historia de Saint Seiya o Dragon Ball? No me malinterpreten, amo estas series como el que más y algunos de sus productos posteriores me han parecido excelentes. Soy gran defensor de The Lost Canvas y creo que Dragon Ball Super puede ser una buena serie. Pero para algunos, ya se está abusando de estas obras, concluidas hace tanto tiempo en el manga.

¿Cuanto es suficiente? Es una pregunta difícil. ¿Seguir mientras venda? ¿Parar mientras vas ganando? Cada caso es muy distinto y lo dejo a su reflexión… ¿Es tan malo el formato de 12 capítulos? ¿El de 26 es ideal? ¿Que me dicen de los 52 o los 100? La medida obviamente va en función de la obra, pero a veces parece que en la industria del anime no estuvieran dispuestos a darles el tiempo adecuado (ni los recursos) a obras que lo merecen y a otras se les da en exceso.

Mientras lo meditan con nosotros planearé Top 10 sobre estos temas: Los que terminaron muy pronto, los que terminaron muy tarde, las que fueron bien adaptadas en fidelidad y longitud, las que no.

Por SenseiAgot (@senseiagot)

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