Lady Midnight: Familia, misterio y amor en la nueva novela de Cassandra Clare

(Caracas, 30 de marzo, Yakuza Webzine) Justo ayer tuve el absoluto placer de terminar de leer Lady Midnight (o Dama de Media Noche) de Cassandra Clare, y debido a mi propia emoción y motivación, no voy a dar los mismos detalles que di en mi artículo anterior, sino que intentaré, sin spoilear mucho, hablar de por qué me encantó este libro y por qué siento que merece la pena seguirle dando oportunidades a este universo. Si solo quieren leer el artículo que establece cual es la trama general de Lady Midnight, incluyendo detalles de las novelas precedentes que llevan a establecer el hilo de esta historia, pueden dar click acá.

La trama

Como mencioné en el otro artículo sobre esta novela, Lady Midnight trata de una serie de asesinatos que tienen características de rituales demoníacos, y ocurren en la ciudad de Los Ángeles. Emma Carstairs y Julian Blackthorn junto a su inmensa familia son alertados de estos sucesos por una corte de seelies que acuden directamente a ellos para pedir su ayuda. ¿La condición? El intercambio de la persona que está asesinando mestizos de seelies y humanos; pero que no se limita solo a eso, sino que abarca muchos descendientes de subterráneos con mundanos, por la estadía de Mark Blackthorn en el instituto con su familia. ¿La trampa? Mark podría decidir eventualmente si quiere quedarse, o no.

La novela tiene características que la hace sentir como una novela negra, y ciertamente te mantiene enganchado. Ya no es necesario hacer la construcción del universo, de explicar absolutamente cada detalle sobre los Cazadores de Sombras, sino dar detalles específicos sobre cosas desconocidas previamente, como los Centuriones y el Scholomance, entre otros nuevos aspectos de este universo tan vasto; y, por supuesto, seguir adelante con la trama que se va estableciendo con cada capítulo.

Este libro se siente bastante oscuro, como todos los demás de esta misma saga, pero también está marcado por ciertos aspectos que mencionaré a continuación. Se siente como una lectura compleja pero llena de magia que te deja insatisfecho puesto que siempre quieres saber más. Durante las últimas 200 páginas del libro te lanzan bola curva tras bola curva, y te genera un deseo inexplicable por seguir conociendo más sobre los Blackthorns y la historia detrás de esta nueva trilogía. Esas últimas páginas son como una montaña rusa que no para de dar vueltas, y no dejas de dudar de todos y desconfiar de quienes más confianza te hicieron sentir desde un principio.

Los personajes

Los personajes de Cassandra tienen todos los matices necesarios para darte todo lo que necesitas, desde intrigas hasta sentimientos encontrados. Lady Midnight no es la excepción.

Conocemos a toda la familia Blackthorn, desde el más pequeño (Octavian, o Tavvy, de cariño) hasta Mark, quien se ha convertido en un extraño para su familia por el tiempo que pasó con las seelies y la Caza Salvaje. Al principio lo vemos como un forastero, y a pesar de que sus extrañas costumbres nos hacen reír, su comportamiento parte hada deja al lector con un sabor amargo en la boca, puesto que desde el principio, como lectores, se nos ha condicionado a desconfiar enteramente de las hadas en general.

Nos presentan a Cristina Rosales, la nueva integrante del instituto de Los Ángeles quien tiene un pasado oscuro que buscó abandonar en México, y se convirtió rápidamente en una de las mejores amigas y en el más grande apoyo emocional para Emma, después, por supuesto, de Julian.

Julian y Emma tienen demasiada profundidad en su relación, y ambos personajes son interesantes de forma individual. Emma es todo lo contrario a Clary Fray, es una cazadora de sombras innata, una de las más talentosas de su generación, pero se le ve afectada, por no decir bastante sesgada, por su conflicto interno respecto a su relación con su parabatai, Julian Blackthorn, y la sed de venganza que siente por atrapar a quien mató a sus padres.

Julian es un ser noble y paternal, quien ha cuidado a sus cuatro hermanos menores desde los doce años. Añora con toda sus fuerzas poder ceder la responsabilidad a alguien más, pero no le ha quedado otra opción que llevar cargas constantes, desde lidiar con su tío Arthur, quien es un personaje muy interesante pero marcado por la tragedia; hasta ser la figura paterna de sus cuatro hermanos, sin contar, por supuesto, el sentimiento de culpa que carga por haberse enamorado de Emma Carstairs, la única persona a la que por ley tiene prohibido amar.

También conocemos a Diana Wrayburn, la tutora del instituto de Los Ángeles, y a Malcolm Fade, el Gran Brujo de Los Ángeles, junto con Johnny Rook, un mundano que posee la visión y se dedica a vender secretos.

El romance

Aquí volvemos a entrar en el territorio rocoso de las historias de Cassie. Por lo general sus historias dejan el romance como una segunda trama, algo que cae muy por detrás de la trama principal, pero en este caso, Lady Midnight tiene como eje central el amor.

El amor prohibido, el amor difícil, el amor imposible. Los personajes de esta novela se ven llevados constantemente por el amor. Desde Mark Blackthorn con su interés romántico seelie, hasta Emma y Julian, incluyendo a Malcolm Fade, el mago romántico empedernido del libro. El amor mueve este libro como una marioneta, puesto que tanto las motivaciones de los personajes, como sus miedos, secretos y fantasmas yacen tras una historia de amor que tal vez no tenga un final feliz para nadie.

La política

Y aquí tenemos lo más importante de Lady Midnight: cómo la política de los cazadores de sombras influye en las decisiones que toman o en las restricciones que deben seguir para convivir de forma segura en el universo.

El lema de los cazadores de sombras es Sed lex, dura lex, que significa “la ley es dura, pero es la ley”. El lema de los Blackthorns es Lex mala, lex nulla “Una ley mala no es ley”. Esto define la historia.

Emma y Julian  se ven atormentados por las leyes de los cazadores de sombras, se sienten culpables por sus sentimientos, y no entienden cómo la ley puede ser tan dura con un romance tan puro. La cuestión realmente está en que, en este caso, a pesar de que la Clave es bastante exigente y dura con sus leyes, tiene una razón detrás de sus restricciones respecto al romance entre dos almas unidas como parabatai, y esa razón la descubrimos más adelante en el libro.

La diversidad

Cassandra Clare es conocida por tener personajes de diversas etnicidades en sus libros, pero no hubo cosa que me contentara más que verla usando el español de forma deliberada con Cristina y otro personaje originario de México, Diego Rosales. En los libros de Cassie hay latinos, americanos, asiáticos; y personajes tan variados entre color, etnicidad, pensamiento e incluso sexualidad que es agradable, puesto que ese tipo de diversidad no se ve mucho en libros de fantasía o dirigidos a adultos jóvenes, como este.

Las apariciones especiales

Sin ánimo alguno de arruinar sorpresas, otra cosa que hace a este libro especial, es que Cassie no usa demasiado sus cartas de “como te enamoraste de este personaje en mis series anteriores, los voy a mencionar cada tres páginas para que quedes prendado”. Sus personajes son prácticamente lo que hacen que las series que escribe sean tan entrañables, y en este caso, usa muy sabiamente esa ventaja que tiene sobre todos nosotros cuando menciona a algún personaje conocido de series anteriores.

Nos enteramos en pedazos aislados sobre sus futuros, y leemos, por ejemplo, desde el punto de vista de Emma y Julian, cómo se siente el universo de los Cazadores de Sombras por los “legendarios” Jace Herondale y Clary Fairchild. Incluso hay una mención de pinturas de ciertas escenas icónicas de la pareja adorada original. Es bastante adorable, debo mencionar.

Bien, creo que eso es lo  más profundo que puedo discutir del libro sin entrar en spoilers que arruinen su experiencia. Una vez que finalicen el libro los invito a la sección de comentarios para que lo discutan conmigo en profundidad, y juntos podemos esperar la próxima entrega de esta saga tan anticipada.

Ilustraciones de Cassandra Jean