November 9, lo más reciente de Colleen Hoover

(Caracas, 07 de febrero, Yakuza Webzine) Colleen Hoover sigue siendo una de las mejores escritoras románticas de la época, y su toque poco convencional para esta novela demuestra que la típica fórmula no siempre tiene que ser la que logra moverte. Sin embargo, la falta de desarrollo de personajes no logra convencerte por completo como lector, y esa es la gran falla de November 9.

Fallon y Ben, el aspirante a novelista, se conocen justo el mismo día en el que ella se mudará desde Los Ángeles a Nueva York. Su atracción, aunque enorme, es tremendamente inoportuna, y los lleva a pasar juntos el último día que Fallon pasará viviendo en Los Ángeles.

Sin embargo, Fallon tiene una regla; no puede enamorarse ni tener novio antes de los 23 años porque quiere seguir una carrera como actriz y no puede darse el lujo de que algo la distraiga. Y esto los lleva a hacer una especie de pacto o acuerdo: solo se encontrarán los 9 de Noviembre por cinco años, hasta que cumplan ambos los 23. Luego de eso… ya verán si tienen un final feliz.

Este pacto le da la inspiración a Ben que tanto estaba buscando para dedicarse a escribir su primera novela, y su relación evoluciona anualmente mientras se encuentran una y otra vez para la misma fecha. No obstante, eventualmente Fallon comienza a preguntarse si Ben siempre le estuvo diciendo la verdad o si estaban utilizando su relación para establecer el más inesperado giro en la historia que estaba escribiendo.

La relación de Ben y Fallon es conmovedora, aunque ciertamente es poco realista. Entre las reglas de su pacto en November 9 se encuentra el hecho de que no pueden comunicarse en lo absoluto, incluyendo también que ambos se bloquearan en todas las redes sociales existentes. Solo en la fecha exacta del nueve de noviembre es que pueden verse, y a pesar de que su relación parecía explosiva y convincente en ese aspecto, todavía sentía que era demasiado “instantáneo” todo, para mi gusto. Además, no les dan oportunidad de desarrollo con lo poco que se ve del mismo durante la fecha exacta del nueve de noviembre.

Incluso cuando se le agregó profundidad a la trama (como Colleen siempre suele hacer) me sentía escéptica al ver el tipo de relación tan devota que llevaban. No es nada en contra de este tipo de historias o las relaciones a larga distancia, pero es que esto no tenía ni una gota de relación. Eran una pareja de extraños que se habían visto por menos de 10 horas la primera vez y cada vez se le agregaban unas cinco horas o menos a su historial. Era extraño, pues.

Lo que me encantó de estos dos personajes fue que eran muy meta. Ambos son lectores y les gusta leer y uno de ellos es escritor, así que se burlan de ciertas cosas que pasan en los libros románticos, como qué tan exagerado tiene que ser un beso para ser un diez en la escala del uno al diez, la química instantánea entre personajes (que ya comentaré más abajo) y cosas como los spoilers. Estaban como muy conscientes de los elementos de un libro de romance cuando ambos eran producto de una historia romántica y eso me agradó. Me encanta cuando los escritores rompen la cuarta pared en ese aspecto.

Y no se me puede olvidar el hecho de que Colleen se atrevió a hacer una de Stephenie Perkins y mezcló un poco de November 9 con Ugly Love: Ian, uno de los personajes, es el mismo Ian, amigo de Miles, en Ugly Love. Eso fue como un pequeño regalo para sus fans que me dejó con una sonrisa en los labios, sobre todo al saber el futuro de Tate y Miles que no se mostró lo suficiente en Ugly Love.

Sin embargo debo decir que como todos los libros de Colleen, November 9 logró darme en la tecla de romanticismo y a pesar de mi escepticismo logró convencerme e involucrarme con los personajes. Pero como dije anteriormente, lo instantáneo de su amor y su química me hizo dudar muchísimo durante todo el libro, especialmente cuando ambos personajes se burlaban del concepto de “insta-love” y eran la imagen de lo que tanto se burlaban. Al menos en sus otros libros no es tan exagerado el concepto de amor instantáneo, sino que la química va creciendo poco a poco hasta que se crea tensión entre los personajes. Ejemplos: Maybe Someday (Tal vez mañana) y Ugly Love, que son mis favoritos.

Colleen Hoover ha implementado la narrativa dual en sus libros a partir de Maybe Someday, y debo decir que me agrada saber el nivel de envolvimiento de parte de cada uno en la relación. Es muy frustrante leer la perspectiva de una sola persona cuando quisieras saber si el cariño es correspondido o no, y con esta estrategia aplicada por Colleen por lo menos se satisface esa curiosidad.

La historia de November 9 está narrada desde el punto de vista de ambos personajes principales que, a pesar de poderle haber sacado mejor provecho, Colleen decidió dejar como simplemente una narrativa dual del día en cuestión, cosa que me frustró bastante porque no se resolvían suficientes incógnitas ni las dudas que podía tener el lector respecto a su desarrollo y crecimiento. Ben es poético y Fallon es más dramática (de hecho es bastante drama-llama, llora en todos los capítulos) y a pesar de los agujeros sin rellenar, te cautivan ambos puntos de vista; a mí personalmente me cautivó Ben, y me alegró y alivió bastante sentir empatía por este personaje porque con Confess, que fue el anterior de Colleen Hoover que leí, detesté a ambos protagonistas.

Aunque disfruté November 9 y me lo devoré en 2 días, terminé dándole algo así como 2 estrellas y media en Goodreads, porque he leído mejores historias de Colleen, sin duda.

Sin embargo, si alguien lo disfrutó más que yo, me encantaría escuchar sus comentarios y opiniones personales más abajo en la sección de comentarios.