TV #Girlboss o todo lo que odias sobre algunos estúpidos veinteañeros Por Amilcar Trejo Mosquera Publicado en 26/04/2017 7 minuto leer 0 0 (Madrid, 26 de Abril. Yakuza Webzine).- Lo entiendo. Yo también pasé por la crisis del cuarto de vida. O como prefiero llamarla, la crisis de los 23. Pero la protagonista de #Girlboss necesita una buena bofetada para que se le quite la tontería. #Girlboss, la nueva serie de Netflix, es la adaptación muy libre de la novela autobiográfica del mismo nombre. Su autora y sujeto principal, Sophia Amoruso, es una millonaria de las ventas online que hace poco más de diez años irrumpió en el mercado de la ropa vintage. Llegó a figurar en la lista de Forbes de mujeres que construyeron su propia fortuna, pero su empresa cayó en bancarrota a finales de 2016, así que su fortuna acaba de disminuir severamente. Y si se comporta en la vida real la mitad de mal que su contraparte ficticia, no sorprende en lo absoluto. Una Millenial quejica Esta comedia nos cuenta la historia de Sophia y su empresa, Nasty Gal. Todo empieza en un apartamento de mala muerte en San Francisco donde la chica nos dice lo que odia ser adulta. Brit Robertson (Tomorrowland) interpreta a esta chica que vive en los albores de la generación del selfie en 2005/2006. Según cuenta la misma Sophia, abandonó la universidad al cabo de dos años porque no era para ella. En un momento grita que no sabe por qué está tan enojada con el mundo. También se queja de que su jefa la despida por no hacer su trabajo y además robarse su almuerzo. Además, tiene la tendencia a robar cualquier cosa por la que no quiere pagar. Como una alfombra o un libro, y luego quejarse porque la atrapan. Si este show pretende mostrarnos a un ejemplo millennial a seguir, eligieron al peor sujeto posible. El personaje es una colección de todo lo que las generaciones mayores e incluso los mismos veinteañeros odian de los millennials estereotípicos. #Girlboss confunde el ser asertivo con el ser malcriado. El tener una opinión, confianza y energía, con ser indulgente, inmaduro y flojo. Nuestra protagonista cree que el mundo le debe algo, pero no ha hecho nada aun para ganárselo. Y eso no está del todo mal. Hoy en día un protagonista no tiene que ser necesariamente agradable, sino interesante. Pero en el caso de esta serie, al menos hasta el episodio 5 no he encontrado nada realmente interesante en Sophia. Sobre la serie La serie fue creada y escrita por Kay Cannon y cuenta con Charlize Theron como una de sus coproductoras. Como es costumbre en Netflix, la serie tiene unos elevados valores de producción, pero la dificultad para conectar o sentir un mínimo de empatía por sus personajes hace difícil el disfrutarla. Además de Robertson, actúa Ellie Reed cómo Annie, la mejor amiga de Sophia. Johnny Simmons es Shane, su aparente interés romántico. RuPaul interpreta al hilarante vecino de Sophia y es quizás lo mejor de la serie. El padre de la protagonista es interpretado por Dean Morris. Pero incluso con esos talentos, el show no consigue ser gracioso. Es una fortuna que los episodios sean solo media hora. Más que eso sería intolerable. Agradezco a Dios que no todos los veinteañeros –ni siquiera la mayoría- son como esta chica. De otro modo la humanidad ya estaría condenada. Sophia se queja que “La edad adulta es donde los sueños van a morir”, pero al menos en el caso de esta serie, esos sueños estaban muertos al nacer. La serie tiene 12 episodios, disponibles desde ya en Netflix. Esta pasa a la corta pero contundente lista de fracasos para el excelente servicio de streaming, allí, junto con toda la chatarra que Adam Sandler está produciendo para ellos. Pero algo tengo que reconocerle a la serie, hubo algunos momentos meta que me hicieron sonreír… si, habló de esa escena del final de la temporada 3 de The O.C. Foto: Netflix