Blend S, una comedia ligera que consigue su cometido, hacer reír

(Madrid, 3 de Octubre. O’kuroku).- No es todo el tiempo, pero Blend S consiguió lo que buscaba con su premisa: hacer que nos pasemos un buen rato. Esta comedia en el lugar de trabajo de unas meseras que deben hacerse pasar por lo que no son fue de lo más divertido de la temporada de otoño.

Y además, fue una fuente inagotable de memes, gracias a su pegadizo opening y el oculto poder de la letra S.

En el caso de Blend S, la mezcla de un reparto atractivo y situaciones graciosas basta para crear una comedia efectiva. Esta serie no tiene un argumento que resaltar, más allá de la simple premisa de un café en el que las meseras deben interpretar ser un estereotipo para sus clientes.

Su núcleo central lo integran tres meseras que son muy diferentes del estereotipo que representan. Luego se van integrando otros personajes, pero Maika, Kaho y Mafuyu forman el nucleo de Blend S y son la clave de su éxito. Empecé a ver esta historia sin expectativas y por ello terminé disfrutandolo más de lo que esperaba, porque aunque no es en lo absoluto memorable, tiene una meta definida y la cumple a rajatabla: Blend S es consistentemente entretenido.

De que va Blend S

La premisa básica es que una chica de preparatoria de nombre Maika, quiere un trabajo para ahorrar dinero e irse a estudiar al extranjero. Su problema es que nadie quiere contratarla debido a su mirada asesina. No es intencional, pero eso le sirve a la perfección para interpretar el rol de una mesera que abusa de sus clientes en Café Stile.

Allí conoce a Kaho, que es una chica muy abierta y simpatica con una enorme afición por los videojuegos. No obstante, su personaje en el café le exige hacerse pasar por una Tsundere. Mientras, Mafuyu es una mujer, pero su aspecto de niña, la ayuda a pretender ser el personaje de la «hermanita menor» en Café Stile. El negocio es regentado por Dino, un italiano obsesionado con las bellezas japonesas de cabello oscuro y que se siente atraído por Maika.

Cada episodio se centra en poner a los personajes ante distintos escenarios y generar situaciones graciosas. Blend S logra hacer ambas cosas. Tenía miedo de que el chiste de Maika y su mirada de sadica en contraste con su personalidad dulce perdiera la gracia, pero no es así. En los 12 episodios se usó a más no poder y sin embargo, se mantuvo fresco. Esto tuvo que ver mucho con su química con los otros personajes, en especial con Dino, cuyas tendencias masoquistas encajan a la perfección como contrapeso al falso «sadismo» de Maika.

Las interacciones entre Kaho, la mesera Tsundere que en realidad es una gamer adicta, y Akizuki, el chef del restaurante, también son entretenidas. El también es un poco raro y no sabe lidiar con mujeres, por lo que ambos terminan envueltos en varias situaciones hilarantes. Luego tenemos a Mafuyu, quien mientras trabaja luce como la hermanita menor más dulce del universo, pero que fuera del trabajo es seria y francamente despiadada con Dino. Más adelante se suman Miu, una artista de doujinshi muy pervertida y Hideri, la sorpresa de la que habla el opening.

Pasando a las valoraciones técnicas, salvo por el entretenido opening, la serie no tiene ningún momento resaltante en animación. Su diseño de personajes es adecuado, pero completamente dentro de la norma Moe, es decir, no aporta nada realmente distintivo. Debido a su naturaleza de comedia de situación, la dirección y el montaje no son brillantes, pero si altamente efectivos en dar impacto a la comedia.

La banda sonora es correcta sin más, pero su opening pegajoso y adictivo es el material del que están hechos los sueños de los creadores de memes. Que no les queda duda, solo googleen «S Stands For» y verán de que hablo.

En conclusión, una mezcla refrescante

Es poco lo que se puede decir de Blend S. Es perfectamente olvidable como anime, salvo por los memes que deja atrás. Esos le sobrevivirán en la memoria digital. No obstante, es la clase de entretenimiento ligero y refrescante que a veces hace falta. Mientras otros anime intentan ser legendarios con argumentos intrincados y giros en la historia que sorprendan, este sigue la ruta opuesta, la de la simplicidad. Está llena de estereotipos de anime, pero con el giro de que sus personajes no son tal cosa.

Con estas caracteristicas, Blend S depende casi en exclusiva de sus personajes y lo sabe. Por eso les cuida y les usa de forma efectiva. A través de sus personalidades, tanto reales como fingidas, nos vende humor sencillo pero efectivo para pasar un buen rato. Y lo compramos. Si no la has visto y justamente estas buscando reír un rato, sin más, este es el anime para ti.