Literatura American Gods, de Neil Gaiman: ¿Qué deberías creer? Créelo todo Por jekodama Publicado en 10/01/2014 12 minuto leer 0 0 (Lechería, 10 de Enero, 2014.) «Dios no juega a los dados con el universo; juega a un juego inefable de invención propia, que se podría comparar, desde la perspectiva de cualquiera de los jugadores, a verse envuelto en una versión oscura y compleja del póquer en una sala a media luz, con cartas en blanco, apuestas infinitas y un tío que reparte sin explicar las reglas y que no para de sonreír.» Siendo la promiscua literaria que soy, he leído y he amado muchas novelas en muchos géneros distintos. Sin embargo, entre esos romances que permanecen en mi corazón hay unos más especiales que otros, y entre mi panteón de favoritos está American Gods. La prosa de Gaiman es sutil y poética. Es profundamente emocional, pero sin trazos de melodrama. Sus descripciones son elaboradas, pero no estiradas. Este libro narra una historia enorme, compleja y eterna, un cuento a la vez. Habiendo amado este libro la primera vez que lo leí, y habiendo encontrado una nueva versión extendida con más de 12 mil palabras adicionales, mi reacción fue lo que cabe esperar: Exploté en un llanto extático, me hice pipí encima y sollocé incontrolablemente por horas, lo cual fue un momento bastante extraño en la librería. Luego, cuando me hube calmado y cambiado la ropa, me senté a leer. Sólo habrá dos spoilers en esta reseña, el primero es quién es el Señor Miércoles, y el segundo es de qué va en sí el libro. Ambas cosas son reveladas al principio del libro, y la razón por la que se los diré es porque no creo poder explicar la novela sin estas dos piezas de información. Los que no quieran saber, pueden dejar de leer ahora. … Los demás… Hablemos de DIOSES AMERICANOS… y dioses Ingleses… e irlandeses… y nórdicos, o escandinavos… y alemanes, y rusos, y egipcios, y griegos, y albanos (que no albinos, eso no tiene nada que ver)… y dioses indios, hindúes, y japoneses… y dioses húngaros… y babilonios, y persas… y dioses nativo americanos, dioses vudú, dioses africanos… e incluso de dioses completamente olvidados… y sumémosle enanos, duendes, diablillos, gigantes, kobolds, vampiros, bestias mitológicas, genios, brujas… y una Sombra muy misteriosa. La Historia de los Dioses Americanos: Nuestro guía a través de este libro es Shadow, un hombre grande, de voz suave y temperamento calmado, quien acaba de salir de prisión y cuya vida se ve hecha pedazos cuando su esposa muere en un accidente automovilístico (lo cual es mucho más importante de lo que suena, pero, ya saben, los spoilers y eso, no les diré nada). Mientras sufre por su pérdida, Shadow conoce a un hombre misterioso y zalamero llamado Señor Miércoles. [SPOILER #1] Resulta que el Señor Miércoles es nada más y nada menos que una manifestación de Odín, regente de los dioses nórdicos y rey de todo lo Asgardiano. También resulta que el “Padre de todas las cosas”, el dios de la guerra, la sabiduría, la poesía y la magia es un artista de la estafa, y eso es parte central de la historia. Así, pero un poquito menos fabuloso. Verán, los dioses se mantienen fuertes, de acuerdo a la novela, por el poder de la fe de la gente. Es así que, cuando los nórdicos llegaron a América, trajeron sus creencias con ellos. Los sacrificios que hicieron a Odín, Thor, y los demás dioses nórdicos, les dieron fuerza, poder. De la misma manera, al ser olvidados por la gente, sus mitos dejar de pasar de generación en generación y la gente dejar de hacerles ofrendas, sus poderes fueron desvaneciéndose, hasta que ahora, al inicio del siglo 21, el vigor de Odín está casi perdido por completo. Mientras tanto, los dioses del siglo 21 han aumentado su poder. Estos nuevos dioses, Media, Tecnología, Internet, Electricidad, Avenidas, Drogas, etc., son jóvenes, atrevidos, descarados y desbordantes de vitalidad, gracias a la adoración que reciben de ti y de mí. Ahora, estos dioses están buscando la manera de destruir a Odín y los de su ralea y reclamar por siempre la supremacía. Al darse cuenta del gran poder que tienen estos nuevos dioses, Odín empieza su misión: reclutar a los dioses viejos y enfrentar a los nuevos para evitar ser masacrados a manos de éstos. Odín, o el Señor Miércoles, contrata a Shadow para que sea su guardaespaldas/chico de los recados/compañero de viajes a través de los Estados Unidos (y algunos lugares más), en su desesperado intento de conseguir el apoyo de una bandada de dioses desbandados para luchar en la inminente batalla. Desde un punto de vista amplio, este es el marco de esta novela, pero la belleza de la misma está en los detalles, en los aspectos, las sombras, las nimiedades. La misión de Odín actúa como un catalizador para que Gaiman pueda explorar la historia de Estados Unidos, y pueda zambullirse en su amor por la mitología, y por sobre todas las cosas, profundizar en el poder de “creer”. Como muchos de mis libros favoritos, esta historia es acerca del viaje, no del destino. Si eres alguien a quien no le gustan las tangentes, los flashbacks, los desvíos y las transiciones en la trama, y estás constantemente esperando a que la línea recta te lleve directo a la conclusión, este libro te frustrará y hará que te salgan ronchas en la cara. Este libro es un hermoso, elegante, pero largo y serpenteante camino a través del corazón y alma de los Estados Unidos, lleno de ricos y detallados paisajes, historia, personajes memorables y anécdotas mitológicas. En general, me encanta este libro. Estoy bastante segura de que lo leeré más veces en el futuro. Si les gusta la mitología se me dificulta que no les vaya a gustar. Si no les gusta, estoy segura de que después de leerlo la encontrarán apasionante. Si no saben nada de mitología, pero aun así quieren darle una oportunidad, les sugiero que tengan una enciclopedia (o a San Google) cerca, porque poder relacionar a los personajes con la deidad a la que representan añade una dimensión que a mí en particular me resultó genial. Puede que lo amen, puede que lo odien, pero es un libro que no los dejará indiferentes. Por @jekodama