White Album 2: La hermosura de la sencillez

(Lechería, 21 de octubre. Yakuza Webzine).- No fue fácil decidirme a ver esta serie; sobretodo después del fiasco que fue para mí White Album. Sin embargo, me alegra haberle dado una oportunidad.

Un medio donde los japoneses tienden a contar historias románticas muy bien son las novelas visuales. Y no me refiero necesariamente a los eroges, porque allí ya influye mucho la parte sexual. No obstante, hay eroges donde el romance predomina y esos son geniales.

El caso que nos atañe ahora es justamente un gran ejemplo de un eroge donde el romance es el núcleo; además, esta saga nos muestra las dos caras de la moneda a la hora de contar historias.

Y voy a centrarme en las adaptaciones al anime porque no he podido jugar los juegos. White Album fue una serie aburrida, monótona y que no ofrecía nada atractivo ni interesante.

El setting, los personajes, la historia, todo falló. Cuando los personajes no conectan con el espectador debido a lo mal construidos que están; es imposible que el drama duela, simplemente porque a nadie le importa lo que le pase a los protagonistas.

Después de ver los 26 episodios de aquel bodrio mi reacción al enterarme de que había una segunda parte fue alejarme. No obstante, en muchos foros empecé a leer a gente que decía comentarios muy positivos. Incluso muchas personas señalaban que tras el fiasco de la primera parte entendían la renuencia de la gente a ver la secuela. Pero igual decían que la serie se merecía una oportunidad porque valía la pena.

Fue así que al final me decidí a mirar los 13 episodios de White Album 2 y tengo que decir que fue una gran decisión. Acá los creadores aprendieron de los errores y nos entregaron una historia sencilla, pero muy bien construida y contada.

Ahora sí nos crearon personajes con los que podemos conectar; nos regalaron una trama interesante y el enfoque del triángulo amoroso fue sublime. Ojalá cierto creador de cejas muy prominentes aprendiera de este tipo de series a la hora de hacer sus anime de mechas.

De hecho, los capítulos finales muestran un derroche de gran dirección. La edición, el ritmo, el manejo de cámara, la música, las voces, todo se combinó para que el drama planteado calara muy hondo en el corazón. Es muy difícil mirar esos episodios y mantenerse indiferente ante lo mostrado en la pantalla.

Un cierre a la altura de la serie

Y ni hablar del desenlace, creo que manejaron el cierre de forma brillante; es verdad que esta adaptación cubre la primer parte del juego y que es en la segunda donde se vienen los verdaderos finales. No obstante, el anime logra cerrar el círculo en gran forma para funcionar perfectamente como un show stand alone.

En el apartado técnico, la banda sonora cumple muy bien su función; y aunque no llegue a niveles altos en calidad, es perfecta para potenciar el ambiente que el director desea crear. El arte me agradó mucho, el diseño de personajes es muy atractivo. El punto bajo lo tiene la animación, pero no es nada grave, sobretodo considerando el tipo de historia. Eso sí, alguna vez me gustaría ver una serie animada sobre un grupo musical donde la animación de los chicos tocando esté en un nivel superlativo.

Luego de ver series como ésta, no logro entender qué pasó para que el anime actual se haya perdido en el Moe y el Fanservice. White Album 2 es una prueba de que los japoneses saben contar historias románticas de forma realista. Nos vemos en la próxima entrega.

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Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)