TV The Shannara Chronicles: Una serie de fantasía que no le teme a romper los moldes establecidos Por Jacinto Muñoz Publicado en 08/03/2016 15 minuto leer 0 0 (Lechería, 8 de marzo. Yakuza Webzine).- Luego de ver los diez episodios de la primera temporada de The Shannara Chronicles, vengo a compartir mi opinión con Ustedes. Desde Yakuza informamos del lanzamiento de esta serie e incluso, mi compañero Sensei Agot dio sus primeras impresiones tras ver un par de capítulos; pues bien, me toca a mí hacer el review tras la culminación de la primera temporada. En lo personal me sorprendió la apuesta de MTV, no porque considere que es un mal negocio hacer una serie de fantasía, sino porque MTV hace mucho que se dedica a tantas cosas horrorosas que verles hacer algo potencialmente bueno llama la atención. Además, esta saga de libros ha logrado mucho reconocimiento dentro del género, amén de ser un éxito de ventas, por lo que la apuesta fue hecha en serio. Todo eso, junto a las impresiones de Agot me hicieron darle una oportunidad a la serie y ciertamente no me arrepiento, me la he pasado muy bien con el show. Argumento Ok, aquí no hay nada del otro mundo, es la típica historia de fantasía basada en ese manto sagrado que generó el maestro Tolkien; un trío de héroes que se lanzan a una aventura para salvar al mundo en que viven de su destrucción, ¿Dónde habré escuchado eso antes? Obviamente, que para mí, este es el punto más bajo de la serie debido a su falta de originalidad. Guión Pero entonces, la ejecución de esa premisa compensa con creces las falencias de la misma; debo admitir que en el desarrollo de la temporada se hizo evidente que los creadores buscaron romper los clichés no sólo del género de fantasía, sino del romance adolescente, cosa que lograron de forma brillante. En primer lugar, el triángulo amoroso fue resuelto de forma rápida y contundente, al punto de que viendo todo en perspectiva, es difícil decir que hubo un triángulo como tal; más bien, el protagonista se acostó con una chica y luego se hizo novio de otra. Hubo algunos momentos de tensión, pero fueron pocos y no resultaron trascendentales ni para la trama, ni para los personajes. Además, se rompió con el cliché más repetido y peligroso de la fantasía: El Viaje. Ya Brandon Sanderson hace tiempo adviritó, con su Teoría del Síndrome de Campbell, que el género corría el riesgo de estancarse por seguir a rajatabla el mito del héroe basado en Joseph Campbell. Y lo peor es que el mayor cliché, el mayor rasgo repetido era el propio argumento troncal de las historias, el cual no era otra cosa sino: El Viaje. ¿Y qué es el viaje? Es basar la historia en el hecho de que el héroe debe salir de su hogar para vivir una aventura y recorrer el mundo, sabiendo que no volverá o que lo hará sólo en el momento en que todo haya terminado. En este punto, The Shannara Chronicles rompió el molde y, aun cuando hay un viaje para buscar una semilla especial, la trama no se limita sólo a eso; hay más cosas sucediendo en el mundo. Además, los héroes regresan al punto de partida antes de que todo termine, cosa que si bien tampoco es original, sí es poco común dentro del género. Sin mencionar que a pesar de ser una historia dirigida al público adolescente, no se fueron por la moda de crear una Distopía sino que optaron por una fantasía con altas dosis de romance. Para ahondar en este punto, que es donde más me voy a extender, he visto en muchas partes que están considerando a esta serie como un Juego de Tronos apto para todo público; y, honestamente, creo que quienes lo dicen están totalmente errados. Sí, es cierto que los conflictos políticos existen (junto con sus ingredientes infaltables como intrigas, conspiraciones y traiciones); no obstante, los mismos no tienen ni de cerca el nivel de complejidad de lo que vemos en Canción de Hielo y Fuego. Y no, no me refiero a que sean menos sangrientos, sino a que son mucho más lineales y previsibles, esta última palabra es clave, siempre es fácil intuir lo que va a suceder en The Shannara Chronicles. ¿Y he hablado de la ambientación? En sí misma es un derroche de originalidad, el simple hecho de basarla en nuestro mundo (a pesar de que sea en un futuro lejano y luego de una guerra nuclear que cambió al planeta) es algo novedoso; y, tal como lo dijo Agot, el sólo hecho de poner a los gnomos, elfos y trolls como descendientes de los humanos es muy interesante. Lo malo es que esto se explota poco y a medida que avanzamos en la trama, queda claro que no es más que un adorno llamativo; aquí está una de mis dos quejas en este apartado. Ojalá este punto se desarrolle más en las siguientes temporadas (si al final las aprueban) Mi otra queja está en el asunto de la magia, sí, me pareció muy novedoso el hecho de reducirla al punto de que muchos creen que es un mito; sin embargo, considero que se perdió demasiado tiempo en el asunto de hacer que ciertos personajes creyeran en ella, cosa que Allanon pudo haber resuelto en cinco minutos (y el que decidiera no hacerlo fue excesivamente forzado) Banda Sonora No está mal, es muy disfrutable y combina perfectamente con lo que vemos. Si bien no considero que sea algo extraordinario, creo que cumple con lo esperado sacando una nota alta. Dirección Creo que fue competente, vi algunos detalles en el manejo de cámara y la edición donde a veces costaba seguir la secuencia de la escena, pero en líneas generales estuvo a la altura. Sobretodo por el ritmo, cuando debía ser lento (escenas de romance) lo fue y en los momentos en que se tenía que pisar el acelerador (batallas) se hizo, todo de forma impecable. Debo resaltar que las secuencias de acción estuvieron excelentes, sobretodo la pelea entre Allanon y El Dagda Mor; además, los efectos especiales sin ser impresionantes acompañaron muy bien las secuencias; para ser una serie de TV, quedó claro que dedicaron una gran cantifad de recursos en este apartado. Actuaciones Curiosamente, del trío de protagonistas, quien me pareció que dejó mucho que desear fue Austin Butler (el actor con más experiencia de los tres) Siempre le vi plano y peor, falso. Creo que nunca se terminó de meter en el personaje (Wil Ohmsford) y eso se notó a lo largo de la temporada. Sobre las chicas, creo que Ivana Baquero (Eretria) fue superior a Poppy Drayton (Amberle), a pesar de que su personaje pierde en el amor ante la otra. Manu Bennett (Allanon), estuvo muy bien, pero su personaje no me gustó tanto, para ser uno de los pocos usuarios de magia, estuvo demasiado relegado a un segundo plano. Y sí, quizás no quisieron caer en el cliché de que el mago viejo es broken, pero en su afán de romper el molde creo que aquí exageraron y el resultado fue un personaje sin brillo. Del resto del elenco, hubo altos y bajos, pero más hacia los bajos, Aaron Jakubenko (Ander Elessedil) pudo haberlo hecho mejor, su personaje poco a poco va adquiriendo relevancia y sentí que su actuación no acompañó. Marcus Vanco (Bandon) fue otro que quedó en deuda, en ningún momento me convenció, aunque en su defensa diré que el personaje no estuvo bien desarrollado. Brooke Williams (Catania) sí me gustó, creo que fue el punto más alto entre los actores fuera del núcleo principal; el dolor y la impotencia de Catania por no poder ayudar a Bandon fue muy realista. En resumen, es una serie entretenida y que, a pesar de estar inmersa en un mundo donde los clichés son la norma, busca construir su propia identidad rompiendo todos los moldes que consigue a su paso. Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)