La Katana: un arma que requiere una gran cantidad de horas de trabajo

La katana es una de las espadas que más pasiones desata. A su alrededor hay toda una mística y son fans del anime seguro que están muy familiarizados con este sable. Una katana evoca elegancia, brillo, fortaleza y honor. Esta espada destaca por tener unas curvas tan delicadas como mortales, que podrían
cortar a un hombre a la mitad si son empuñadas por un maestro.

Esta espada nacida en la «Tierra del Sol Naciente» surgió durante el periodo Heian, aproximadamente en el año 700 d.C. Tras popularizarse, poco a poco la katana se transformó en el arma de elección de los guerreros al servicio de los distintos señores feudales de la época, o daimyōs.

Con el pasar de los años, la espada japonesa se convirtió en algo más que una espada. Para los samurai su katana era el lugar donde se encontraba su alma. Por eso tiene sentido que un arma de tanta perfección estética y funcional, no esté lista de la noche a la mañana. Crear una katana requiere de mucho tiempo y esfuerzo.

Años para llegar a la perfección

Fabricar una katana es un proceso que, en las mejores espadas, puede tomar un año o incluso un poco más. La combinación de diferentes aceros la convierte en una espada que es dura en el filo (ha), pero muy flexible en su dorso (mune). De esta forma es capaz de cortar con firmeza lo que se interponga en su camino, pero al mismo tiempo tiene la suficiente flexibilidad para evitar quebrarse en el momento del impacto.

Los maestros artesanos deben forjar el acero una y otra vez; y la forma de lograrlo es plegando el acero sobre sí mismo mientras se martillea con fuerza. 

Así es posible deshacerse de las impurezas de carbono que saltan como chispas brillantes cada vez que el maestro artesano golpea con fuerza la superficie del bloque de acero incandescente. Pero aprender a forjar una espada no es algo que interese a todos. Hoy en día si deseas tener una Katana hecha a mano por maestros que han heredado este arte con más de 2000 años de historia, ahora es posible con un par de clics.

El acero es el corazón de una buena katana

Obtener un acero adecuado para fabricar una katana es una tarea realmente complicada. Es necesario controlar la fundición perfectamente, para mantener el horno y los materiales a temperaturas adecuadas. Si el horno se enfría demasiado o se calienta más de lo debido, el acero se volverá débil y quebradizo, algo que los guerreros samurai no podían permitirse que sucediese en mitad de un combate.

Un artesano puede pasar hasta 72 horas sin dormir mientras se encarga de controlar el horno y dar vida a una nueva espada. En cierto modo podríamos decir que no solo el alma de los samurai está en su katana, porque indiscutiblemente cada artesano dejaba la suya en la fabricación de uno de estos sables que son sinónimo de los guerreros japoneses, su honor y devoción.

Pueden aprender un poco más sobre la katana y sus partes, haciendo clic aquí