(Monterrey, 20 de marzo. O’kuroku).- En su Segunda Temporada, Jessica Jones nos muestra una historia sin el peso para cumplir las expectativas, y a una protagonista con prematuras muestras de agotamiento.

Ya casi se cumplen tres años desde que Netflix sorprendió a todos los nuevos y viejos fans con el estreno de Daredevil, su primera serie original creada con la licencia de Marvel, y que fue su primer paso en el camino de crear su pequeño microuniverso dentro del propio Marvel Cinematic Universe, cuando éste se encontraba en su apogeo. Cuando muchos pensábamos que sería un tiro de una sola vez, Netflix volvió a dejar a todos asombrados con el estreno de Jessica Jones, que nos mostraba a una protagonista compleja e interesante, y a un villano carismático, peligroso y amenazante, superior a incluso varios de los villanos de las películas de la casa productora.

Luego de ello, las temporadas y series que le siguieron tuvieron un impacto en el público algo menor, pero para bien o para mal todas cumplían con notorios estándares de calidad argumental, y lograban capturar por completo en interés de sus fans. Tras la salida de The Defenders (que aún con sus problemas demostró el gran potencial que este pequeño universo tenía que ofrecer), y posteriormente The Punisher (que regresó al estilo crudo y directo de las primeras temporadas que definieron el estilo de estas series), la expectativa se encontraba alta con la Temporada Dos de Jessica Jones. Sin embargo, debo decir con tristeza que esas expectativas no sólo no fueron cumplidas: sencillamente ni se acercó a ellas.

Una buena idea, pero no con el suficiente peso

La historia principal de esta temporada se enfoca en como Jessica lidia al fin con la pérdida de su familia, el accidente en el que murieron y lo que prosiguió a éste y la convirtió en lo que es ahora. En su búsqueda de la verdad sobre aquellos sucesos, se cruzará con varios secretos que tras descubrirlos, podrían cambiar su perspectiva de sí misma por completo. Además de ello, el tema de las personas con poderes y cómo estos los afecta de manera emocional y física, así como qué es lo que alguien con estos debe de hacer con ellos, es también algo recurrente y con lo que Jessica debe aprender a lidiar.

A simple vista, esa sola descripción suena interesante, y de inmediato uno quisiera saber más al respecto, y sobre todo ver cómo profundizan aún más en Jessica, en su manera de vivir, de pensar, de actuar… y en efecto, eso se logra. El gran problema, sin embargo, es que la trama no da el suficiente peso para llenar una temporada entera de 13 episodios. Y las señales de esto se vuelven bastante evidentes temprano en la historia.

Intentando no caer en los dañinos Spoilers, sólo puedo mencionar que la trama principal prácticamente podría haberse resuelto en cinco episodios, y luego de ello se siente bastante evidente los intentos de alargar más y más la idea hasta completar los trece. Se dan muchas vueltas en lo mismo, introducen más giros y situaciones que sólo complican todo de una forma muy rebuscada, algo muy pequeño intentan hacerlo demasiado grande, etc. Y encima de ello, introducen varias subtramas protagonizadas por los otros personajes principales, que poco o nada tienen que ver con al principal, y que realmente a la larga no son tan interesantes ni llamativas, y se sienten que incluso estorban.

A la temporada además le falto ese factor “impactante” que definió tan bien a las anteriores; ese momento en los que todo lo que creías, o el rumbo que pensaste que tomarían las cosas, termina siendo diferente, y terminas entonces realmente enchanchado con lo ves. Esos momentos arriesgados, impactantes a nivel visual y argumental. En ese sentido, se mostró algo más normal, algo más reservada y convencional, y el gran giro del argumento más que impactante, termina siendo algo extraño.

Todo lo anterior dicho provoca que una historia que en inicio podría haberse presentado como algo realmente atrayente y atrapante, termine volviéndose aburrida y tediosa bastante pronto.

En lo personal, creo que la trama principal podría haber sido bien una trama secundaria o paralela a una más grande, y la gran parte del tiempo yo estaba esperando a que esa gran sorpresa se presentara e hiciera despegar la serie; sin embargo, esto nunca llegó.

Una protagonista cuya mecánica comienza a cansar

Durante su Primera Temporada, Jessica Jones fue quizás de los personajes más interesantes, diferentes y complejos que estas series nos han otorgado. En The Defenders, su participación se sintió más para cumplir un requisito, pero igual sus acciones y decisiones tomadas durante los hechos de dicho crossover mostraban más lados del personaje, que acompañados de lo visto en su respectiva serie apuntaban a una evolución natural y esperada. Dicha evolución, sin embargo, es prácticamente inexistente en esta nueva temporada, e incluso me pareció que mostró rastros de retroceso.

La Jessica Jones de la Temporada Dos es prácticamente la misma que conocimos desde el inicio de la Temporada Uno, como si lo sucedido en ésta en The Defenders no hubiera ocurrido, o no hubiera tenido el menor efecto en ella. Y esto, sin embargo, no sería precisamente algo malo, ya que dentro de lo cabe todos sus problemas internos, sus ademanes, gustos, manera de comportarse, de vestir y de tratar a los otros, todo ello son parte de lo que hace a este personaje encantador. El problema es que ya es la tercera vez que vemos a este personaje en acción, y el guion insiste aplicar el recurso del “no quiero ser una heroína”, pero “sí quiero ser una heroína”, y dar vueltas entorno a ello otra vez, y de nuevo no llegar a ninguna resolución definitiva al respecto.

Realmente si quieren que Jessica dé el paso a ser una heroína, me parece perfecto. Si quieren que siga siendo tal y cómo es ahora, igual me parece bien. Lo que me parece a estas alturas algo desesperante, es que pareciera que no se decidieran por una u otra, y juegan con esa idea, creando una rutina que lastimosamente ya se volvió aburrida, y de manera bastante temprana.

Pero aún hay esperanza en el camino de Jessica Jones

Pese a todo lo anterior, a nivel de calidad técnica y de actuaciones, la serie cumple muy bien su cometido. Logramos conocer más de la mente de Jessica y de qué es lo que la lleva a ser como es. Se intenta además explotar a los demás personajes, dando unos cuantos momentos interesantes y memorables que tendrán repercusiones seguras para el futuro.

Desconozco si está en los planes de Netflix hacer una Segunda Temporada de The Defenders y posteriormente una Tercera de esta serie, o al revés. Pero sea como sea, creo que será más que importante que la siguiente participación de la heroína defina de una vez por todas y de manera clara el camino que ha de seguir. Dejar a un lado las ambigüedades, y establecer a dónde se desea llegar con exactitud con el personaje, que aun a pesar de todo sigue siendo de los más interesantes de los cuatro principales (cinco si ahora cuentas a Punisher), y que tiene aún mucho potencial para ser aprovechada, si se usa en la historia y en el escenario correcto.

Conclusión

Realmente es la primera vez que una serie de este universo construido por Netflix me resulta tan difícil de terminar, hasta casi tomarme dos semanas el hacerlo. Todas las anteriores, incluso las que más dividieron a la gente en su momento, lograron atraparme casi desde su primer episodio, y me tomó desde un fin de semana, hasta máximo una semana el terminarlas. Jessica Jones Temporada Dos, sencillamente tuve casi que forzarme a ver otro episodio y así poder terminarla. Sin temor a equivocarme, de seis  series contando en totalidad ocho temporadas, considero de momento ésta la más inferior, incluso por debajo de la impopular Primera Temporada de Iron Fist.

Aun así, pienso que el personaje de Jessica aún tiene mucho más que contarnos, y que esta Temporada se puede considerar más como algo de paso, que tendrá importancia por sus repercusiones a futuro en los personajes, más que en ella misma directamente.

Por WingzemonX (@WingzemonX)
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