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Tonikaku Kawaii: Desde ya candidata firme a RomCom del año

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Tonikaku Kawaii

(Lechería, 27 de octubre. O’kuroku).- Tras ver los cuatro primeros episodios de Tonikaku Kawaii es hora de compartir las primeras impresiones de este anime basado en el manga de Kenjiro Hata.

Cuando vi este anime en la parrilla de series a estrenarse esta temporada de otoño, su premisa captó de inmediato mi atención. No es común ver series donde los protagonistas inicien la historia estando casados; de hecho, uno de los ejemplos más recientes fue Danna ga Nani o Itteiru ka Wakaranai Ken y hablamos de una serie que se estrenó en 2015.

Incluso, si ampliamos la búsqueda a series donde los protagonistas sólo estén comprometidos o apenas sean novios oficiales desde el inicio de la historia, el resultado es más o menos el mismo. Y no, antes de que alguien nombre a Shaman King, les aclaro que me refiero a noviazgos o compromisos reales, no esos que son forzados donde una parte (o las dos) no lo sabe o no está de acuerdo. Sin mencionar que hablamos de un anime de 2001.

Por esa razón, Tonikaku Kawaii se ganó mi interés, aunque admito que tenía mis dudas justamente por lo ya comentado. Pensé que esta serie sería otra de esas donde la pareja está “casada” en papeles o porque alguien lo dice, pero que en realidad ambos apenas si se conocen o si están empezando a relacionarse en plan romántico.

Con esas dudas empecé a ver la serie y vaya que me he llevado una grata sorpresa que ha evolucionado en hype con el transcurrir de los episodios. No podía creer que algo así realmente estaba pasando y debo decir que al menos durante el estreno y la siguiente entrega estuve esperando que ocurriera algo que generara un reset en la premisa. Por fortuna, eso no pasó.

En su lugar, estudio Seven Arcs de la mano del director Hiroshi Ikehata nos ha regalado una verdadera joya. Tonikaku Kawaii plantea un giro brutal a lo que uno esperaría de un RomCom, pues en el propio primer episodio la pareja de mutuo acuerdo y por sentimientos termina casándose oficialmente. Y no sólo eso, sino que de paso se mudan a vivir juntos y solos.

En mis artículos para la revista y mi canal de YouTube me he cansado de decir que las posibilidades que se abren al establecer a la pareja protagónica de forma oficial son enormes y como ejemplos siempre he citado series de anime como Tsuki ga Kirei, Wotakoi, 3D Kanojo, Domestic na Kanojo, Grancrest Senki, Tsuredure Children y la propia Danna ga Nani o Itteiru ka Wakaranai Ken. Pues bien, toca añadir a Tonikaku Kawaii a esta lista.

Es impresionante cómo esta serie no hace más que mejorar y una parte importante de eso es su irreverencia al presentar a una pareja protagónica diferente a lo común; lo cual a su vez le permitió conseguir que clichés clásicos del género lucieran de forma distinta, como si fueran algo nuevo.

Por ejemplo, el siempre presente recurso de los malos entendidos se vio como algo completamente innovador cuando se le aplicó a una pareja de recién casados, que de paso tienen un alto grado de asertividad y pragmatismo. Y es justamente allí donde radica el secreto de Tonikaku Kawaii, con unos protagonistas de alto calibre, lo demás fluye casi que solo.

Sin mencionar que este anime también sabe ser meta y hacer referencias a la cultura pop; y eso que no estoy incluyendo las veces que rompió la cuarta pared. Todo eso le da un aura espectacular y en cierto modo recordó a una de las grandes del género como Wotakoi.

Y si todo lo anterior no era suficiente para que esta serie tenga una candidatura oficial a RomCom del año, el cuarto episodio despejó cualquier duda. No sólo porque finalmente tuvimos la perspectiva de Tsukasa y pudimos conectar con ella, con sus pensamientos y sus emociones; sino porque Nasa dio un paso al frente para presentarse como fuerte aspirante a protagonista masculino de RomCom del año.

La química entre ambos desborda por todos lados y esa confesión / proposición más el beso de la escena final fue simplemente apoteósico; incluso debo admitir que no me lo esperaba, al menos no tan pronto, pero esta serie definitivamente vino a romper esquemas y paradigmas.

Quizás la gran debilidad de Tonikaku Kawaii está en el apartado técnico porque la música cumple y poco más, su opening es bastante normalito y olvidable, la animación es competente y el diseño de personajes no resalta demasiado. Definitivamente esto desentona con el derroche de calidad que se ve en la trama y los personajes; sin embargo, considerando que hablamos de un RomCom, tampoco se puede ser demasiado exigente en este aspecto.

En resumen, una serie que vino con toda la intención de generar un enorme impacto y vaya si lo está logrando; entre sus referencias, la subversión de clichés, su premisa diferente y una pareja protagónica de alta factura, Tonikaku Kawaii ha presentado credenciales suficientes para aspirar a ser el RomCom del año, a ver qué serie se atreve a darle pelea. Nos vemos en la próxima entrega.

Por Jacinto Muñoz (@shougoamakusa)

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