Taboo-Tattoo: Un desastre en 12 actos

(Lechería, 21 de septiembre. Yakuza Webzine).- Taboo-Tattoo fue la primera de esta temporada que empecé a ver; y tras este viaje de 12 episodios, sólo puedo decir, finalmente terminó.

En mis primeras impresiones resalté el hecho de que la premisa era interesante al basarse en la tecnología para los poderes; en una época donde casi todas las series abusan de la magia, ver este cambio fue refrescante.

Lamentablemente, la ejecución envió cualquier esperanza de tener un buen producto a la basura; un guión mal estructurado que no va a ninguna parte y unos personajes pobremente construidos fueron demasiado.

El principal problema de la serie es que nunca puso las reglas claras con respecto a los tatuajes. El alcance de su poder y sus limitaciones se fueron mencionando poco a poco y nunca por completo; lo cual sólo sirvió para poder resolver momentos en la historia mediante el abuso del Deus ex Machina. Por cierto, a partir de acá vienen spoilers.

Y el mejor ejemplo de todo esto estuvo precisamente en la batalla final. La diferencia de poder entre Arya y Seigi era enorme; de hecho, algo que me intrigaba era cómo el chico iba a hacer para vencerla.

Durante los 11 capítulos que precedieron al episodio final, salvo todo lo que estuvo alrededor del time skip luego de la muerte de Touko; no pasó nada para mostrarnos que Seigi se hacía más fuerte.

Incluso en el penúltimo capítulo es notable que la Princesa es muy superior al chico; pues le somete con una facilidad pasmosa. Obviamente, a sabiendas de que sólo quedaba un episodio, pensé que era inevitable que Seigi ganase gracias a un Deus ex Machina.

No obstante, nunca me imaginé que sería EL Deus ex Machina. Acá de verdad que la serie mostró su pobreza para crear una historia. Resulta que Wiseman tenía todo planificado y de la solapa de la camisa sacó un plan no sólo para aumentar el poder de Seigi, sino para debilitar a Arya.

Claro, acá es donde paga que todo el asunto de las reglas del uso de los tatuajes fuera tan difuso y estuviera tan pobremente explicado; se creaban las condiciones para salir con cualquier cosa con tal de hacer que el chico ganara.

Cuando se falla hasta en lo que se hace bien

Y cuando pensé que ya nada iba a sorprenderme, me tocó presenciar la peor secuencia de acción de la serie. Si algo medianamente decente tenía Taboo-Tattoo era que los combates estaban animados de forma competente.

Pero justamente en el capítulo final, donde se supone que todo debe estar en el nivel más alto; a los animadores les entró pereza y la batalla entre los dos Kaiju fue una oda al zoom y al loop de secuencias.

No había manera de entender segmentos enteros del combate; y cuando finalmente pudimos tener una toma en condiciones me arrepentí de haberla pedido. Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo, una secuencia de loops descaradamente evidente.

Pero lo peor no acabó allí; el cierre fue tan plano que no entendí por qué los del ejército celebraban. Al final Arya escapó y no hubo un logro resaltante en el combate, salvo que todos quedaron vivos.

Y si hay un momento donde se muestra que incluso en el humor la serie falló por completo; fue con la secuencia del Coronel Sanders y la bomba, lejos de risas aquello me hizo sentir lástima.

Cuando la historia está pobremente armada, los protagonistas son cascarones vacíos; y la villana tiene como principal característica ser una loliconera pervertida, mal vamos.

El arte mantuvo su nivel y de hecho, el diseño de los kaiju no me disgustó. De la música sólo resaltaré el opening (grande May’n) y el ending. La animación era uno de los pocos puntos fuertes, pero se fue al traste en el episodio final; y la dirección rayó en la mediocridad.

Por cierto, algo curioso fueron esas escenas del final; pareciera ser una promoción para una segunda temporada. Pero con las críticas tan duras que ha recibido esta serie, dudo que esa continuación se materialice.

Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)