Inicio Manganime Anime Me aburrió tanto que no le hice reseña hasta más de un año después: Battery

Me aburrió tanto que no le hice reseña hasta más de un año después: Battery

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Battery Review

(Madrid, 23 de Enero. O’kuroku).- Ahora que enero está por terminar, he decidido saldar deudas. Libros, series y cómics que tengo pendiente de reseñar y no lo he hecho por una razón u otra. La razón, en el caso de Battery, es que se convirtió en una de mis grandes decepciones de 2016 como anime.

Y es que empezó de una forma intrigante y en esas primeras impresiones expresé mis buenas sensaciones. Las cuales se perdieron en el tiempo. Pese a estar basado en las novelas de la premiada Atsuko Asano, Battery es una historia que falla como anime deportivo y como drama. El deporte no emociona y el drama no cala.

Cada cierto tiempo surgen animes deportivos que ofrecen más que la simple emoción de los juegos y en esta era de grandes anime deportivos, es cuando más lo hemos disfrutado. ¿Pero cuantos son los que rompen las normas y llegan más allá e introducen ideas y situaciones que te hacen pensar? Pocos. Battery se suponía que era uno de estos.

Una evaluación global

Battery no es un anime sobre béisbol, pese a lo que pueda parecer. De hecho usa el deporte más como un medio para contar su historia. De hecho, es poco lo que al final dedican al deporte en si mismo. Al carecer del proposito de una competencia especifica, como el famoso Koshien, la historia se centra más en el drama entre los personajes y en eso falla.

La historia de Harada Takumi termina siendo insustancial. Es más un problema de presentación y de ritmo que de la historia en si mismo, pero termina sintiéndose vacío. Innecesario incluso. La obsesión de nuestro protagonista por el béisbol y su relación con sus compañeros apenas si cambia de principio a fin de esta breve serie. No hay apenas desarrollo.

Con respecto al arte, es bastante plano sin llegar a ser terrible. La paleta de colores da un tono evocativo a los diseños y es muy acorde con el aspecto general del show. Con respecto a la animación, el nivel es bastante típico. Se ve a leguas donde han ahorrado y solo algunas secuencias son realmente dignas. Solo en los juegos de béisbol se aprecia más calidad.

En cuanto a la banda sonora, es realmente agradable, pero cuenta con pocas pistas en total e incluso así, algunas no son muy empleadas. Es sorprendente que incluso antes de iniciar el juego final, no hay ni una sola nota musical que inspire anticipación. En el caso del opening y ending, ambas secuencias están muy bien realizadas. Itsuka no Jibun de anderlust, es un buen tema musical para el opening y se complementa bien con su vídeo.

Un regusto insípido

Si tuviera que compararla con comida, Battery sería insipida. Casí me siento culpable de no haberme dado cuenta antes de hacia donde se dirigía. Aun cuando en tres episodios no cobraba velocidad, decidí darle su oportunidad y verla entera. Al final no logre terminarla hasta hoy.

De hecho, debí abandonarla, pero el masoquismo me pudo. Al ser una serie enfocada en sus personajes, esperaba que al menos nos dejara con una sensación de avance y logro. Pero era tan sutil el cambio de los personajes y el «duelo» final es tan carente de propósito que de hecho deja una sensación de vacío.

Es evidente que este anime pretendía narrar una historia más profunda de lo que fue, por el ritmo y tono empleado. Sin embargo, la falta de un proposito claro le restó tensión dramática. Si a eso sumamos que el ritmo y tono era tan deliberadamente lento, también fracasó como simple anime de deportes.

Al final nos quedamos con una historia que inició bien y con una idea interesante, pero que fue incapaz de desarrollarla con claridad hasta el final. Afortunadamente Battery tiene un live action, y en este caso, es mucho mejor que el anime.

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