Anime Kuzu no Honkai: De lo mejor de la temporada y quizás del año Por Jacinto Muñoz Publicado en 01/04/2017 10 minuto leer 0 0 (Lechería, 1 de abril. Yakuza Webzine).- Cuando empecé a leer el manga de Kuzu no Honkai me encantó la forma en que Mengo Yokoyari mostró a los personajes y sus relaciones. Fue por eso que me emocioné cuando supe que tendría un anime; aunque luego tuve miedo pensando que podría ser adaptado siguiendo esos nefastos clichés que se han apoderado de la industria en los últimos años. Lo cual, en este caso, habría sido completamente catastrófico. Para un manga que no fuera hentai, mostrar la intimidad en la forma en que se muestra en Kuzu no Honkai era algo raro. No diré novedoso, porque en los 80, 90 y antes, ese estilo era común; sin embargo, sí diré que hacía tiempo no veía algo similar. Y unido a ese atrevimiento, la trama estaba exquisitamente desarrollada con unos personajes que o amabas u odiabas por sus acciones y actitudes. Pero más allá de lo que sintieras por ellos, era innegable verlos como seres humanos reales, como personas que podrías encontrarte en cualquier lado. Allí está otro punto a destacar de esta serie, sus personajes siempre daban la impresión de ser personas que podías encontrarte en la vida real. Seres humanos que podían estar en tu familia, entre tus amistades o en el trabajo; ese enfoque tan realista y crudo como la vida misma fue manejado de forma impecable. En una época en que aún abundan las series con personajes planos, construidos a base de clichés; ver una serie que se salga tanto de ese patrón es indudablemente un soplo de aire fresco. Hanabi y Mugi son personas con muchos problemas, con muchos complejos y con dificultades para madurar. Y acá está otra clave, sí, Hanabi y Mugi son chicos inmaduros de preparatoria; sin embargo, hay una diferencia enorme entre ellos y el personaje protagónico promedio de las series de anime ambientadas en preparatorias. Mientras que el común de estos personajes son presentados con ademanes exagerados, gritos cada vez que hablan, una inseguridad tan grande que raya en lo surrealista, y, un escudo de virginidad en los chicos que los saca por completo de la realidad. En Kuzu no Honkai, nos presentan a los típicos adolescentes de la vida real; personas ávidas de probar cosas y metidas en medio de una crisis de identidad, la cual incluye la identidad sexual. Pero además, esta serie nos regaló a una de los mejores personajes femeninos del anime de los últimos años. Sí, me refiero nada más y nada menos que a Akane. Esta profesora al final del día fue el núcleo y motor de toda la trama. Kuzu no Honkai logró jugar con nuestras mentes al hacernos creer que veríamos la historia de amor de Hanabi y Mugi; no obstante, al final todo se trató de la vida y desarrollo como persona de Akane. De hecho, hacia el final de la serie ya daba igual lo que pasara con la pareja “protagónica”; el verdadero final de este anime fue el penúltimo episodio. Lo demás fue simplemente un extra; que si bien pudo dañarlo todo al forzar cosas, al final no se cayó en tentaciones y la historia cerró de forma brillante, tal y como se desarrolló. No por nada, el mejor diálogo de ese capítulo final, y quizás de toda la serie, no fue ni de Hanabi, ni de Mugi, fue obviamente de Akane. Porque a ella le bastó una escena, y menos de 1 minuto, para robarse el show incluso en el desenlace de la historia de los protagonistas. No quiero ir más profundo porque ello implicaría dar spoilers y prefiero que cada uno de Ustedes viva la serie. Este es un anime que todo fan del género, y todo fan de una buena historia, debería ver; les aseguro que no se arrepentirán de hacerlo. Y probablemente les haga reflexionar sobre algunas cosas de la vida; y sobretodo, sobre muchas de las posturas que asumimos o que vemos a otros asumir. Una serie sublime a nivel técnico En el apartado técnico no puedo sino seguir escribiendo halagos. Un diseño de personajes de primer nivel se unió a una animación atrevida. Ese estilo de usar paneles como si estuviéramos leyendo un manga me encantó. Sobretodo porque estamos ante una adaptación impecable y muy fuel al material original. Respecto a la banda sonora, diré que una de las cosas que más extrañaré de esta serie, además de a Akane, será el ending. El tema Heikousen no será una obra maestra, pero es capaz de transmitir los sentimientos de la serie; demás está decir que en más de un episodio, el final del mismo unido al inicio de esta canción fue algo sublime de presenciar. Sayuri hizo un trabajo genial en la interpretación, pero es logro del director haber creado esa poderosa combinación. Masaomi Ando hizo verdadero arte con este anime. Hacía tiempo que no me enamoraba una dirección. El ritmo, la edición, el manejo de cámara, todo estuvo impresionante; y ver las composiciones que Ando logró crear sólo hace que me quite el sombrero ante su talento. Espero poder ver si siguiente trabajo pronto. En resumen, una serie brillante en todos los sentidos, atrevida en la forma de mostrar la trama; y realista en el modo de presentarnos a sus personajes. Totalmente recomendada; de hecho, les pido que la vean pues estarán ante una de las series que seguramente entrará en el top 10 de este año. Nos vemos en la próxima entrega. Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)