Anime Kyoukai no Kanata: Cuando las «fórmulas del éxito» terminan jugando en contra Por Jacinto Muñoz Publicado en 05/12/2015 22 minuto leer 5 0 (Lechería, 05 de diciembre. Yakuza Webzine).- Kyoukai no Kanata tuvo mucho potencial y mucho por ofrecer, pero no pudo escapar de los clichés del anime que tanto daño le están haciendo a la industria. Hoy en día la oferta de series de anime que trae cada temporada está repleta de repeticiones de fórmulas ya conocidas donde los harem (reversos o no) y el fanservice están a la orden del día debido a que garantizan tener audiencia; la consecuencia de esto es que es común ver series que terminan siendo clones de otras y si no me creen acá les dejo este video. Este tema lo pensamos tocar más en profundidad en otra nota que estamos preparando así que no voy a explayarme mucho en ello ahora; no obstante, hay cosas que debo tocar para poder contarles mi opinión de la serie que acabo de terminar llamada Kyoukai no Kanata. Este anime está basado en la novela ligera escrita por Nagomu Torii e ilustrada por Tomoyo Kamoi y fue dirigido por Taichi Ishidate con guión de Jukki Hanada. En los últimos años se está viendo un incremento en el número de series de animación japonesa que están basadas en novelas ligeras lo cual está influyendo hasta en la longitud de los títulos, los cuales ahora son más largos. De entrada les diré que vi el anime, los especiales, el OVA y las dos películas, pero no he leído las novelas por lo que no puedo saber las diferencias respecto a las mismas y no puedo contarles qué tan buena fue la adaptación; sin embargo, tengo suficiente material para decirles qué opino de esta serie. Vamos a empezar con los puntos técnicos; el diseño de personajes estuvo muy bien cuidado y fue visualmente atractivo, acá está uno de los puntos fuertes de este anime, ciertamente en este apartado se cuidaron los detalles e incluso los fondos para interiores y exteriores estuvieron excelentes; ahora bien, en la animación sí hubo algunos puntos bajos, pero fueron pocos. Las batallas estuvieron muy fluidas, pero si se ven los capítulos con cuidado se encuentran algunos cuadros que pudieron estar mejor; aún así, no dejaría de darle un 8/10 a la animación y un 10/10 al diseño de personajes; acá, la serie tuvo sus mejores galas. La banda sonora, pues les cuento que estuvo agradable e hizo buen trabajo de acompañamiento, pero es fácilmente olvidable; no hay ninguna canción de fondo ni ningún opening o ending que se nos quede grabado en la memoria; quizás el ending de la segunda película sea el que esté más cercano a quedarse en nuestra mente, pero no logra el cometido. Ahora pasemos al fondo del asunto y empecemos con los personajes; acá tengo sentimientos encontrados, es verdad que se ve una clara diferenciación entre todos y cada uno a su manera tiene cierto desarrollo y evolución; pero no puedo dejar de pensar que se quedaron cortos y que gran parte de las diferencias se marcaron abusando de las típicas fórmulas que mencioné al principio. Tenemos por un lado al protagonista Akihito Kanbara, el cual es fiel al nuevo arquetipo de personaje principal masculino de las series Shounen de la actualidad; inseguro con las mujeres, pervertido, débil y que tiene picos aislados donde muestra un enorme potencial para que la audiencia vea que el chico sí es rudo. En este caso su fetiche por los anteojos y las mujeres que los usan es el ancla para distinguirlo del otro protagonista masculino de la serie; y evidentemente, esto se usa hasta la saciedad para tratar de tener humor en los episodios. Al principio se pueden sacar unas sonrisas, pero luego es evidente la sobreexplotación del asunto. Hiroomi Nase es su mejor amigo y el otro personaje masculino principal cuya perversión se enfoca en sus hermanas, al principio por la menor, pero luego se ve claro que realmente su foco es la hermana mayor; nuevamente lo mismo que dije antes, se usa en demasía esto para buscar risas fáciles (sin mencionar que el asunto del incesto de por sí ya trae tela) ¿Y la protagonista? Mirai Kuriyama tiene una buena construcción y posee el mejor desarrollo de todos los personajes porque la historia recae sobre sus hombros, lo cual termina siendo bueno porque nos permite tener la sensación de evolución que tanto se anhela en estos casos. Sin embargo, igual tiene los clichés de siempre, insegura con los chicos, no puede expresar los sentimientos, tiene un detalle que la distingue (limpia sus lentes de forma compulsiva cuando miente) e incluso el hobby que le colocaron (la jardinería en especial los bonsái) se ve que lo pusieron sin pesarlo mucho. Así podría ubicar al resto de los personajes, pero no quiero extenderme mucho; sí diré que todos adolecen de los mismo; en una serie de 12 episodios se pierde más de la mitad sin que se tenga un desarrollo de los mismos y es en los capítulos finales cuando se quieren mostrar sus cambios por lo que es inevitable sentir que todo va demasiado rápido. Además, el antagonista principal es el que tiene la peor construcción y el desarrollo más inexistente lo cual afecta y mucho a la serie porque como ya he dicho en ocasiones anteriores, si tienes un mal villano terminarás teniendo malos héroes y un mal show. Pasemos a la trama, no es mala y tiene sus detalles interesantes sobretodo con los puntos de giro en los últimos episodios, pero algunos hechos se ven forzados y el final termina dejando demasiados cabos sueltos, demasiados. Es cierto que los finales abiertos son un estilo, pero de allí a dejar media trama sin concluir hay un trecho. En este punto lamento no haber tenido acceso a las novelas porque así podría decirles si este problema viene del origen o si es de la adaptación (no olvidemos que las novelas siguen en curso y esa conclusión pudiera haberse debido a que no hay un final canon), pero igual sea cual fuera la causa creo que se pudo haber hecho un mejor trabajo. Siguiendo con las fórmulas, acá quisieron jugar seguro e incluyeron clichés tanto del Shounen como del Shoujo así que veremos, y mucho, situaciones con tendencias hacia el yaoi y la típica «tensión romántica» entre los protagonistas que se traduce en excusas y excusas para no juntarles; de hecho, este tema en general lo toqué en una nota previa. Otra fórmula repetida fue el esquema de chico débil / chica fuerte (o viceversa) en lo que se refiere a los protagonistas; en este caso, Kuriyama es la poderosa y Kanbara es el mozo en peligro que tiene momentos donde saca un gran poder, pero de inmediato regresa a su habitual debilidad. Un punto a favor de esta serie y las fórmulas es lo referente al fanservice, es cierto que hay (no podía ser de otra forma), pero el mismo fue manejado con criterio de escasez y eso se agradeció. Al usarlo en su justa medida cada vez que se veía resaltaba y se sentía con peso y lógico; a diferencia de muchos anime actuales donde todo son traseros, pectorales, senos, abdominales y ropa interior. Bien, ahora toquemos el punto del romance, en resumen es de los que yo he bautizado como «parejas de epílogo» porque los protagonistas se terminan juntado al final, aunque en este caso hubo matices y tristemente fueron para peor. En primer lugar, en más de la mitad de la serie el único punto romántico fue ver a Kanbara con su fetiche hacia Kuriyama y sus lentes y observar las respuestas de ella rechazando esos avances. Esto trajo como consecuencia que en los episodios finales se tuviera que meter un desarrollo romántico «a presión» que terminó luciendo forzado, por eso es que siempre diré que una «pareja de epílogo» no necesariamente implica un buen desarrollo de personajes, valga la redundancia. Sí, tuvo momentos en que, si te olvidabas del hecho de que pasamos de ver perversión a declaraciones amorosas sin ninguna transición, las escenas fueron emotivas, pero al verlo en frío todo se veía demasiado fuera de lugar. Sobre el segundo matiz que dañó el romance, tengo que hablar del final así que ALERTA DE SPOILERS. Siempre he dicho que la mayoría de los autores japoneses deben sentir artritis al escribir historias con los protagonistas juntos como pareja, es por eso que casi todas las historias tienen «romances de epílogo» y se dice poco de lo que sucede luego con ellos; de hecho, si se saca nuevo material, la mayoría o son spin off o son precuelas. Y si se decide hacer una secuela, en casi todos los casos se inventan algo para separar a la pareja con el fin de volver al statu quo anterior. Acá optaron por la última opción y sinceramente lo odié y lo peor fue la forma en que lo manejaron luego; así que pasemos a las películas para poder desarrollar este punto. (La serie tiene un OVA que no es más que un episodio cero y tres especiales que son cómicos y no aportan nada a la historia por lo que no los voy a tocar) De las películas, la primera es sólo un resumen de la serie así que hay poco que decir salvo que su final logró empeorar el original al inventarse la amnesia de Kuriyama con el único objetivo de poder hacer el segundo filme teniendo a la pareja separada. Bien, entremos en los detalles de esta entrega final. Con Mirai sin recordar nada, Akihito decide alejarse de ella para que tenga una vida feliz lo cual es tan absurdo e incoherente que dan ganas de acabar con quienes tuvieron semejante idea (¿o ideota?). ¿Por qué incoherente? Porque en el anime, cuando Kuriyama se inmola para salvar a Kanbara con el fin de que fuera feliz, el chico no sólo se enojó sino que no lo aceptó y terminó yendo en contra de ello. Pues bien, resulta que su siguiente gran decisión es inmolarse él para que ella sea feliz sin siquiera tener la delicadeza de consultarle, lo cual se ve tan surrealista que termina dando risa. De hecho, es tan ridículo que poco después la misma trama muestra lo terrible que fue esa idea. Con eso explico la incoherencia, ahora ¿Por qué dije que fue absurdo? Fácil, varias veces le dicen a Kanbara que le diga la verdad a Kuriyama y él se niega sólo por requerimiento del guión porque sus razones son un chiste (y malo); además, cuesta creer que en varios meses, Mirai no se haya quitado su anillo ni una sola vez… y es justamente cuando lo hace cuando se empieza a dar cuenta de que la están engañando. Y como guinda del pastel, luego de que pasan de todo en 12 episodios y en la segunda película (varias declaraciones de amor incluidas) su primera reacción, al estar acostados en el suelo con sus caras pegadas, es alejarse incómodos… ¿WTF? ¿Y les dije que nunca se dieron un beso? Pues no, no se lo dieron, tan solo hubo un intento fallido dentro de un sueño… Es curioso como se está volviendo común ver series de anime donde aunque junten a la pareja al final no se muestren besos entre ellos… En fin, mi veredicto final: una serie que se deja ver, que tuvo una premisa interesante dentro de su poca originalidad, pero que no pudo dar más porque cayó víctima de sus propios clichés. Para pasar un rato está bien, pero si buscan algo realmente bueno vean para otro lado. Le doy 7/10 (el apartado técnico pesó mucho en ese 7) Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)