Koi wa Ameagari no You ni: ¿Podrá el amor vencer la barrera de la edad?

(Lechería, 26 de enero. O’kuroku).- Koi wa Ameagari no You ni nos muestra una premisa vista muchas veces, pero con un giro interesante al presentar un setting fuera de lo común.

¿Quién no ha leído un manga o una novela ligera donde el protagonista estudiante de preparatoria está enamorado de algún profesor? ¿Quién no ha visto o al menos conoce algún anime similar? Esta es una de las premisas más usadas cuando nos adentramos en el terreno de las obras románticas; de hecho, en la comedia, este es un gag muy recurrente también.

Entonces, ¿Qué podría tener de distinto e interesante Koi wa Ameagari no You ni si su premisa es de una estudiante de preparatoria que se enamora de un hombre divorciado de 45 años? La respuesta es simple, pero el resultado es poderoso. Todo se trata del setting.

Aquí no nos encontramos con salones de clase, recesos, exámenes, consejo estudiantil ni nada de eso. En este anime estamos viendo la historia teniendo a un restaurante familiar como escenario. ¿Eso hace mucha diferencia? Eso hace toda la diferencia del mundo, pues las interacciones y las rutinas son totalmente diferentes.

En primer lugar, representa un soplo de aire fresco al alejarnos de trimestres, exámenes de recuperación, clases de educación física, excursiones escolares, festivales escolares y todo lo demás que hemos visto cientos de veces en las series, románticas o no, ambientadas en una preparatoria.

En segundo lugar, nos aleja a los clásicos villanos de este tipo de series: otros profesores, el consejo estudiantil, etc. Aunque eso no evita que el interés amoroso de la protagonista siga siendo una figura de autoridad, después de todo, el hombre es el gerente del restaurante.

Finalmente, en tercer lugar, la mayoría del cast son adultos y no adolescentes. Salvo dos de los compañeros de clase de la protagonista, el resto de los personajes son personas adultas y eso hace que el ambiente sea diferente, empezando por las interacciones.

Habrá que ver ahora con qué estructuras van a ir armando la trama. La llegada del compañero de clase al restaurante abrió algunas puertas a clichés clásicos. Sobre todo, porque al chico le gusta la protagonista; y a la compañera de clase de la protagonista que también trabaja allí le gusta el chico. ¿Ya están pensando en figuras geométricas?

De hecho, cuando el gerente malinterpretó que el chico y la protagonista eran novios pensé que por allí iban a encausar la narrativa; sin embargo, casi de inmediato ese asunto se aclaró así que habrá que ver qué piensan hacer entonces.

Eso sí, todo pinta a que el ritmo será lento, muy lento. La dirección se toma su tiempo para resaltar expresiones y sobre todo para mostrarnos con lujo de detalles cada vez que la protagonista siente sus flechazos por el gerente. Ese estilo para mí es una declaración de intenciones.

Y si a ello le sumamos lo denso que es el gerente, al punto de necesitar que la chica se le confesara 3 veces, la última vez exigiendo respuesta, para poder asumir que el asunto era en serio, más me refuerza la sensación de que la trama no va a avanzar demasiado de aquí al final.

Eso sin mencionar que el gerente encontró a Tachibana abrazada a la camisa de él mientras la olía y ni siquiera pensó que eso no era algo normal. ¿En serio? Tengo que decir que ambas cosas me sacaron de mi suspension of disbelief porque esa actitud me parece totalmente surrealista en un hombre de 45 años que encima es divorciado.

Por suerte, en el tercer episodio, una vez que el hombre ya no tuvo más dudas y comprendió lo que sucedía, adoptó una actitud madura y decidió enfrentar la situación. Claro, que eso dio paso a lo que será el verdadero conflicto de la serie: La diferencia de edad.

Es obvio que él también se siente atraído y halagado porque una joven tenga sentimientos por él; sin embargo, también tiene claro que ello sería una relación complicada, por eso su primer impulso es hacer que ella desista. Por supuesto que Tachibana no tiene intención de hacerlo y con eso la mesa está servida.

Un punto a tener en cuenta es el hecho de que el manga del cual se basa este anime sigue en publicación; esto pudiera indicar que no veremos una resolución definitiva al terminar la serie. Conste que no he leído la obra de Jun Mayuzuki así que no sé si allí ya los protagonistas son pareja o si todavía sigue sin establecerse su relación.

Del apartado técnico sólo resaltaré el diseño de personajes que también se sale de lo común. La banda sonora simplemente cumple y la dirección hace un buen trabajo al quitarle dolores de cabeza al equipo de animación, pues al enfocarse tanto en los sonrojos de la protagonista, no hace falta animar demasiado.

En resumen, una serie interesante porque muestra un setting diferente para una premisa trillada; además, me alegró que pasaran rápido la etapa de confesión para enfocarse en el tema de la diferencia de edad. A ver cómo lo desarrollan. Nos vemos en la próxima entrega.

Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)