Kizumonogatari Parte 1 o cómo revitalizar una franquicia

(Lechería, 12 de agosto. Yakuza Webzine).- Tras una espera eterna pude ver Kizumonogatari Parte 1; y, debo decir que quedé realmente impresionado con el mismo. Shaft sigue demostrando por qué es mi estudio favorito.

Hace un tiempo escribí mi review de Owarimonogatari y allí dije que la saga empezaba a mostrar síntomas de desgaste; no obstante, tras ver este filme pude sentir un verdadero refrescamiento.

Kizumonogatari Parte 1: Tekketsu es una película dirigida por Akiyuki Shinbou y Tatsuya Oishi con guión de Fuyashi Tou y Akiyuki Shinbou; la cual, está basada en la novela ligera creada por Nisio Isin e ilustrada por Vofan.

Cabe destacar que Shinbou ha dirigido todas las temporadas de la serie de TV; aunque Oishi es un debutante en la franquicia. El estudio responsable de esta producción fue Shaft. Por cierto, a partir de acá vienen muchos spoilers.

Pero mejor entramos en detalles y para ello vamos a empezar hablando de la animación. Extraordinario lo que ha logrado Shaft con esta película; cada cuadro es un deleite visual. Increíble esa fusión de animación 3D y animación 2D.

Después de ver tantos fracasos estrepitosos con animación 3D como el caso de Berserk 2016; observar la forma en que se desarrolló la animación de Kizumonogatari Parte 1: Tekketsu fue reconfortante. Cuando se quiere hacer las cosas bien, los resultados son geniales.

La manera en que se usó la iluminación para lograr un conjunto creíble entre los fondos en 3D, con estilo fotorrealista; y, los personajes, creados con la animación clásica a mano fue superlativa.

Sobre el arte, poco que decir; es el mismo que hemos visto en la serie, pero mucho más refinado. Tsubasa, Meme, Kiss-shot y Koyomi lucen muy bien tras su salto a la gran pantalla. Una lástima que no podremos ver cómo le sienta ese tratamiento al resto de los protagonistas de la serie por tratarse de una precuela.

Sobre los personajes; la esencia de todos se mantiene, pero han cuidado mucho que su comportamiento indique que ciertamente estamos en presencia de una precuela. Creo que quien lo muestra mejor es Koyomi.

Aunque nos haga ruido verle tan inseguro, es normal que actúe así considerando que es la primera vez que tiene contacto con lo sobrenatural. No obstante, sus rasgos distintivos están presentes como su flequillo, que tiene vida propia, y su actitud de pervertido loliconero.

Sin mencionar que a pesar de lo extremo de las circunstancias y del terror que le embarga; su férreo sentido de la justicia termina imponiéndose para que el chico sacrifique su vida con tal de ayudar a alguien que ni siquiera conoce.

No olvidemos que esta es una de las características principales del chico; un sentido de la justicia tan extremo que cuesta tomarlo en serio. Son demasiadas las ocasiones en que Koyomi termina complicando las cosas por seguir ese principio.

De Tsubasa no se puede decir mucho porque apenas sale; no obstante, en esos segundos que tuvo en pantalla nos mostró un poco de esa gran biblioteca que es su mente. Kiss-shot, o Shinobu si prefieren, nos mostró una parte de sí misma que no conocíamos durante la escena del metro.

No sólo porque estaba en su forma adulta, sino que estaba completamente derrotada y rogando por ayuda. Costó verla en esa forma, pero era necesario. Sólo queda esperar a verla cuando tenga todo su poder y adquiera su forma adulta. En la serie sólo creció hasta tener el cuerpo de una adolescente, y no pasó de allí.

Eso sí, una vez que Shinobu tomó el cuerpo de loli, volvimos a ver a esa vampiresa que todos amamos; su personalidad de inmediato se transformó para mostrarnos al personaje que nos ha acompañado por tantos episodios en la serie.

De Meme, es cierto que no tuvo demasiado tiempo en pantalla, pero no lo hizo falta. En sus escenas no sólo mostró esa actitud despreocupada que tanto le caracteriza; sino que lo pudimos ver mostrando hasta dónde llega su poder.

Sobre la música diré que a pesar de que es el punto más bajo, cumplió muy bien su rol de acompañante. Los temas, con marcada influencia francesa, se acoplaron muy bien a cada una de las escenas; quizás mi reclamo se centra en que esperaba mucho más.

La banda sonora de la serie si bien en las últimas temporadas decayó, al principio fue muy buena; y, dado que este filme se ubica temporalmente antes de Bakemonogatari, esperaba que recuperara su nivel.

Finalmente hablemos de la dirección. Creo que acá está la joya de la corona. El ritmo y la edición fueron de primer nivel y se mantuvieron fieles a lo que vimos en la serie. El New Wave francés se pudo sentir prácticamente en cada cuadro.

Obviamente que ello implicaba el uso a montones de los amados carteles; esos cuadros esquivos que nos obligan a pausar a cada rato la reproducción para poder leerlos.

Sin mencionar esas transiciones que rompen totalmente la lógica espacio-temporal. En una misma escena, en un mismo diálogo, la ubicación de los personajes cambia mucho y muy rápido. Obviamente esto obliga a que estemos totalmente atentos; de lo contrario, seguramente nos perderíamos.

Y para completar el cuadro, tenemos esas clásicas rupturas de la cuarta pared. Con el agregado de que esta vez lo hicieron de forma indirecta; en esta ocasión, nos mostraron visualmente que la película sabía que era un filme.

Y si hubo una secuencia a destacar, diría que la del metro cuando Koyomi se encuentra por primera vez con Shinobu; el ritmo, al manejo de cámara, la edición, la música, los efectos de sonido. Todo se junto para obtener un producto espectacular. El simbolismo de hacer que Koyomi escuchara los gritos de ella como el llanto de un bebé merece ser destacado.

El Fanservice justo y necesario

Y debo mencionar que se cuido el hecho de mostrar cosas que los fans deseábamos ver. A Kiss-shot en su forma adulta interactuando con Koyomi. A Meme mostrando su poder e incluso a Araragi como un vampiro. Hasta el fanservice se manejó de forma correcta.

En resumen, una película que todo fan de la franquicia va a disfrutar; y vaya si lo han hecho, este filme recaudó más de 600 millones de yenes en las primeras tres semanas. Fueron más de 450 mil las entradas vendidas en ese tiempo. Ahora, yo no se la recomendaría a una persona que no haya visto la serie. Este filme sólo sirve como precuela; ni siquiera funciona como punto de entrada al anime. Quizás cuando salgan las tres partes mi opinión cambie, habrá que ver. Nos vemos en la próxima entrega.

Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)