Ichigo no Gakkou y Akkan Baby: Dos enfoques opuestos sobre el embarazo adolescente

(Lechería, 23 de febrero. Yakuza Webzine).- En mi búsqueda por historias que se salgan de lo común me topé con Ichigo no Gakkou y Akkan Baby, dos mangas extraordinarios.

Quienes leen mis artículos de opinión con regularidad a estas alturas ya deben tener clara mi postura sobre el romance y las parejas. Siempre gritaré a los cuatro vientos que establecer a la pareja en el capítulo final o en el epílogo es una forma muy cómoda de enfocar el asunto porque el autor evade desarrollar la unión.

Desarrollar a los personajes por separado para luego juntarlos al final no es más que un ardid, tan cliché que se ve venir a kilómetros, para mantener a la audiencia interesada. Sin embargo, como ya he comentado en otras ocasiones, hay muchos autores que han demostrado que ese interés se puede mantener aun cuando la pareja se establezca con rapidez.

Y en el artículo de hoy voy a hablar de dos historias que llevan este enfoque al siguiente nivel. ¿Qué pasaría si además de unir a la pareja hacemos que tengan un hijo? Acá entramos en un terreno casi virgen porque la cantidad de manga y anime donde esto se aborda es escasa.

En este apartado no incluyo obras como Itazura na Kiss o Karekano porque el embarazo ocurrió al final de la serie y fue más un adorno que parte fundamental de la trama. Acá voy a analizar dos mangas donde desde el vamos la pareja o tiene al hijo (Ichigo no Gakkou) o está esperándolo (Akkan Baby)

Obviamente el ser esta premisa poco usada no hay patrones de comparación salvo las pocas series que la han asumido, pero por fortuna, las dos historias de las que hablaré han optado por hacer enfoques completamente distintos sobre el mismo tema por lo que tendremos amplitud en el análisis.

Además, la manera en que se desarrollaron los dos mangas fue tan genial que incluso me he animado a leer otros trabajos de sus autores, los cuales por cierto también son de gran calidad. Pues bien, sin más preámbulos empecemos.

Akkan Baby es un manga Shoujo creado por Miyauchi Saya, el cual se publicó en el año 2001 y su gran pilar para enfocar el tema del embarazo adolescente es el humor. Al principio admito que eso me tomó por sorpresa y me hizo ruido porque considero que el tema es muy serio como para tomarlo a broma.

No obstante, la manera tan inteligente en que la historia está escrita logra que el drama, que está intrínseco en los personajes por estar viviendo una situación compleja, quede expuesto de forma clara y sin tapujos al usar al humor como mensajero.

Son incontables las situaciones absurdas que se viven en el desarrollo de la trama, pero poco a poco y entre risas vas sintiendo el dolor y el peso de la realidad que viven los protagonistas; lo que más me gustó de este manga es que logró hacerme reír mientras sentía una opresión en el pecho.

La historia es corta y los tres volúmenes se leen con bastante rapidez por lo que darle una oportunidad a este manga no les tomará más de un par de horas a lo sumo; y, estoy seguro de que luego quedarán con una gran sensación ante una historia muy bien contada.

Por su parte, Ichigo no Gakkou se va al otro extremo en el abanico de posibilidades y opta por un enfoque más lógico aunque con toques originales. En este manga Seinen creado por Kizuki Akira y Satou Nanki, publicado en el año 2007, el énfasis se hace en todo el drama que vive una pareja al enterarse de que ella está embarazada.

Y por si fuera poco, no es una pareja común, se trata de un profesor con su estudiante de secundaria, lo cual lleva el asunto al extremo. Acá vemos la cruda realidad que se vive en esa situación donde incluso colegas y familiares dan la espalda ante lo vergonzoso del asunto.

Además, me encantó que se resaltara el hecho de que ella apenas está despertando en su sexualidad y madurez por lo que a pesar de tener un hijo de su pareja, todavía no está segura de sus sentimientos por él. Sí, es cierto que le atrajo al punto de acceder a tener relaciones, pero ella se encuentra en una edad donde los gustos cambian constantemente.

El problema es que al quedar embarazada, tuvo que dejar de experimentar para centrarse en una sola persona a quien luego fue que empezó a conocer, por lo que es lógico que necesite algo de tiempo para poner sus sentimientos en orden.

Además, a pesar de que el profesor asume la responsabilidad, la historia muestra que eso no es una solución total, porque la chica igual perderá tiempo en sus estudios posponiendo el logro de sus metas y sueños porque debe cambiar los cuadernos y libros por teteros y pañales.

Esta historia también es corta, apenas un solo volumen, por lo que se lee en un suspiro; así que en ese par de horas que indiqué unos párrafos atrás bien podrían incluir este manga para que puedan darse cuenta de cómo un mismo tema se puede enfocar de gran forma desde distintas perspectivas.

Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)