Sangatsu no Lion , una joya que no hizo mucho ruido

(Madrid, 6 de Septiembre. O’kuroku).- Con el ritmo de producción de anime actual es imposible ver todas las series. Por eso, algunas series solo tienen un éxito modesto, mientras otras se llevan toda la fama. Es el caso de Sangatsu no Lion, una joya que pasó un poco desapercibida.

Debo confesar que cuando se estrenó, vi los primeros episodios y luego la dejé allí, aparcada. Se estrenó en el otoño de 2016 junto a Yuri!!! on Ice, Drifters, la tercera temporada de Haykyuu!!, Keijo!!!!, Bungou Stray Dogs temporada dos, Occultic;Nine, Ajin 2da temporada, Hibike! Euphonium temporada dos, Shuumatsu no Izetta y Trickster, entre otras.

Sin embargo, de ese grupo, Sangatsu no Lion es la menos notoria a primera vista. Fue una de las dos series producidas por Shaft esa temporada, más conocido por Monogatari Series, Madoka y Nisekoi, así que ya tenía credenciales para darle un vistazo.

Además, el manga de Umino Chika había sido premiado con el Premio Cultural Osamu Tezuka en 2014, un aval más que respetable. ¿Pero que atractivo puede tener un anime melancolico sobre un chico que juega al Shogi?

De que va Sangatsu no Lion

Este anime de 22 episodios es dirigido por Akiyuki Shinbo, con diseños de personajes de Nobuhiro Sugiyama y música de Yukari Hashimoto. Su opening y ending corren a cargo de Bump of Chicken.

Es la historia de Rei Kirishima, un jugador profesional de shogi -el ajedrez japonés- de solo 17 años. Huérfano desde muy pequeño, tras la muerte en un accidente de sus padres y hermana menor, terminó bajo el cuidado del mejor amigo y rival en el shogi de su padre. Pero si bien su nuevo padre adoptivo le trató con cariño y respeto, no pudo dejar de sentir la soledad tras perder a su familia. En especial cuando en su nueva casa convivía con los dos hijos biológicos de la casa, quienes le tenían resentimiento por recibir la atención de su padre, al ser un talentoso jugador.

Sin una familia de verdad, ni amigos, su actitud ante la vida es negativa y francamente depresiva. Tanto que es incapaz de ver que de hecho si tiene amigos, aunque sean pocos. Esto empieza a cambiar cuando conoce a las hermanas Kawamoto, Akari, Hinata y Momo, quienes le dan algo de calor de familia a su fría existencia. En el trancurso de los 22 episodios conocemos a su hermana adoptiva, la conflictiva Kyouko Koda. La chica funge como el «villano» de la historia, pero a pesar de eso tiene un vinculo con Rei, si bien es uno muy retorcido.

También nos introducen a su rival/mejor amigo, Harunobu Nikaidō, un joven regordete y de salud precaria que al contrario de nuestro protagonista tiene una actitud apasionada y positiva. El otro gran apoyo de Kirishima es su profesor Takashi Hayashida, el único en su escuela que sabe que es un jugador profesional de shogi. Además, conforme avanza la serie se introduce Kai Shimada, un talentoso jugador que no ha podido llegar a la cima debido a la existencia de Touji Souya. Este último parece un reflejo de Kirishima, pero aun no se sabe mucho de él. Salvo que genera admiración en Rei y que es un genio del Shogi.

Un anime de contrastes

https://www.youtube.com/watch?v=TjAYR5-gtz4

Sangatsu no Lion es definitivamente una serie de anime llena de contrastes, entre la luz y la oscuridad, con Rei Kiriyama en medio, intentando conseguir su lugar en la vida. El shogi es su salvavidas y se aferra a él con fuerza, pero eso le hace perder las perspectivas. Su forma de ver el mismo juego que le ha garantizado su supervivencia en más de un sentido, le aísla al mundo. Pero eso es algo que solo ocurre en su mente, que está cegada y no se da cuenta de que no está solo, ni en el Shogi ni en la vida.

La historia es narrada con lentitud, casi con parsimonia. Cuando Rei está solo el sentimiento de aislamiento y soledad es palpable. Es claro que la depresión le agobia. Pero las hermanas Kawamoto son su oasis, son, como él muy bien lo pone más adelante en la historia, su kotatsu. Cuando Akari, Hinata y Momo están en pantalla todo es energía, color, felicidad. La vida es vibrante, dulce y calida.

Incluso el arte muta para adecuarse a la luz y sombras en la vida de Rei. La música, llena de hermosas notas, evoca nostalgia. Si alguna debilidad tiene esta serie, es que su ritmo no es apto para todo el mundo. No es la clase de anime que vemos para entretenernos, es de los que nos hacen reflexionar, mirar hacia dentro. La depresión es un problema y esta historia de la vida cotidiana no tiene nada nuevo que decir al respecto. Su proposito es otro, es mostrarnos la dicha de vivir incluso en medio de una vida en apariencia miserable. Es mostrarnos la evolución de un personaje que va madurando tanto en el Shogi como en la vida.

A veces el ritmo peca de lento y se hace demasiado reiterativa la exposición tortuosa de la vida de Rei, lo cual le resta un poco.

Otro tema conflictivo es como concluye la serie. Su final es abierto, justo al inicio de un nuevo semestre en la preparatoria de Rei y de una nueva temporada de Shogi. En medio nos presentan un flashback de la infancia de Rei, que sirve para contrastar entre el niño que fue y el hombre en el que empieza a convertirse. Nos deja ver que ya sabe el Shogi no el ticket para salvar su vida, sino para vivirla. Como conclusión es quizás insatisfactoria, pero afortunadamente ya tiene una nueva temporada aprobada para otoño de este año. Así que podremos seguir viendo como se desarrolla la historia… y si no siempre podremos leer el manga.

En todo caso, el final de Sangatsu no Lion le resta un punto más a este anime. Sin embargo no podemos dejar de recomendarlo, porque es una joya. Y esperamos con ansias su continuación.

Imágenes: Web Oficial