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La reivindicación de Dragon Ball Super: La saga de Mirai Trunks

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(Madrid, 21 de Noviembre. Yakuza Webzine).- Cuando se anunció generó una enorme expectativa y no es para menos. El regreso de Mirai Trunks fue la oportunidad de Dragon Ball Super para reivindicarse, y lo logró.

¿Qué había sido la secuela de la obra de Toriyama hasta ahora? Un refrito de bajo presupuesto de Kami to Kami y luego de Fukkatsu no F.

No fue hasta la Saga del Torneo de los Universos 6 y 7 que la serie ofreció una historia inédita e incluso entonces, la serie estaba en deuda. Si, el torneo tuvo un desenlace emocionante, pero muchas de las peleas fueron francamente decepcionantes.

El mayor problema, además de la poca consistencia en el tema de los niveles de poder, era que las coreografías de combate. No estaban a la altura de los momentos de gloria de Dragon Ball Z. Sin hablar de la animación de poca calidad.

No obstante, con esa saga el paciente empezaba a demostrar mejoría y ¿Quién mejor que Mirai Trunks para elevar a Dragon Ball Super a otro nivel? Cuidado, a partir de aquí habrá spoilers.

El efecto Mirai Trunks

Mirai Trunks y Gohan

Ya en junio lo decíamos, el efecto de la presencia de Mirai Trunks resultó positivo para la serie. Tanto, que incluso despertó el interés de los escépticos que ya se habían dado por vencidos con Dragon Ball como franquicia.

No pocos seguirán decepcionados incluso luego de esta saga, pero no admitir que ha dado un salto de calidad sería mentir.

La llegada de Mirai Trunks nos ofreció un nuevo y autentico misterio, uno que no se develó por completo hasta el último tercio del arco. La identidad de Goku Black, la nueva amenaza del futuro, era la gran incógnita.

Este Goku maléfico despertó muchas dudas y motivó toda clase de teorías que luego fueron aclaradas gradualmente con la introducción de Zamasu. El aspirante a Kaioshin fue un nuevo tipo de villano, un Dios caído en el mejor estilo del Lucifer bíblico. Su menosprecio por los mortales le condujo por el mal camino y su obsesión con Goku fue el detonante del surgimiento de Black.

Trunks tuvo que enfrentar a esta amenaza en el futuro con apenas el poder de un Súper Saiyajin 2. Ante su incapacidad para derrotar a esta amenaza volvió a recurrir a la línea de tiempo alterna, empezando una nueva serie de preguntas sobre la naturaleza del viaje en el tiempo.

Ante Black, Goku y Vegeta se vieron forzados a huir hasta dos veces del futuro, dejando a Trunks solo, quien valientemente resistió. La terrible situación de esa línea de tiempo regresó el sentido del riesgo a Dragon Ball. Sin posibilidades de llamar a Sheng Long para revivir a los muertos, sin el genio de la Bulma del Futuro. El único apoyo de Trunks fue una Mai que le dio una digna protagonista femenina al hijo de Vegeta.

Lo bueno de la Saga de Mirai Trunks

Vegetto vs Zamasu

Para evaluar la Saga de Mirai Trunks hay que empezar por lo bueno. Ya mencionamos el guión, que echó mano al recurso del misterio, que fue develando poco a poco. Otro punto relevante fue la introducción de personajes de interés en la forma de Mai como aliada/interés romántico de Trunks, de Zamasu como un nuevo tipo de villano y de Black, el Diabolus Ex Machina que subió las apuestas.

Fue tal la subida de apuestas que Dragon Ball Super usó al caramelo definitivo para atraer la atención de los fans: Vegetto. La amada fusión regresó, aunque al hacerlo también generó problemas que ya mencionaremos.

Con respecto a la animación, aunque no fue para echar cohetes y las coreografías siguen estando en deuda, mantuvo el nivel estable en casi toda la saga. Eso en si mismo es una hazaña para una serie en la que Toei no está invirtiendo mayor cosa.

¿Lo mejor de la saga? El subversivo final. Muchos no estarán de acuerdo con mi opinión, pero el final agridulce fue una novedad absoluta en Dragon Ball, en especial en Super.

Acostumbrados a que siempre todo se soluciona a la perfección, la Saga de Mirai Trunks sorprende al anular todos los esfuerzos de los héroes. No fue posible salvar la línea de tiempo de Trunks, vaporizada en un parpadeo por Zen-Oh, el Soberano de todos los Universos. Si, Whis se ofreció a ayudar a restaurar esa línea de tiempo viajando a un punto anterior a su destrucción, pero a todas luces el viaje fue una catástrofe.

Hay quien dirá que eso hace a la saga inútil, pero sienta un precedente: Hay problemas que no podrán solucionar Goku y Vegeta. Y aparte pone un límite: No hay forma de superar a Zen-Oh sama.

Lo malo de la Saga de Mirai Trunks

Trunks vs Zamasu

Algunas de las virtudes de la Saga también le han afectado a varios niveles. Uno de los mayores problemas es la poca claridad del tema de las líneas de tiempo. De hecho, al tratar de explicarlo terminaron reconociendo sus fallas. Eso ha vuelto un poco convulso el guión y afecta la coherencia interna.

Sumemos a eso lo que para muchos ha sido un cambio a la continuidad imperdonable: La fusión Potara. Vegetto se suponía que era una fusión permanente, en vista de lo ocurrido en al Saga de Majin Buu. Super en cambio nos dice que la fusión solo es permanente entre seres de la raza de Kaioh y lo que es más, le puso límite de tiempo a la fusión. En principio esto no está mal, el problema es que no se explicó adecuadamente.

Además, el tema de los niveles de poder. Toriyama siempre tuvo ese problema, pero nunca tanto como ahora. Trunks, un simple Super Saiyajin 2, de alguna forma le dio pelea a Goku Black en su forma SSJ Rose, que tiene un poder similar a la forma SSJ Blue.

Ciertamente Trunks entrenó con su padre, pero el salto de poder fue tal que resulta injustificable. ¿Combatir con Zamasu? Ok, no era tan fuerte, solo inmortal ¿Pero con Black? Y peor aún, ¿Con la fusión de ambos? Esto atenta contra la lógica interna de la serie. Incluso considerando que el villano estaba debilitado.

Y ni hablar del golpe con lo que a todas luces fue una Genki Dama en forma de Espada o el aprendizaje instantáneo del Mafuba. El problema con esto no es que ocurra, sino la falta de explicaciones. Se nos exige hacer una suspensión de la incredulidad extrema.

Conclusiones

En resumen, la Saga de Mirai Trunks de Dragon Ball Super puede ser definida en una palabra: Atrevida. Se atrevió a regresar el sentido de amenaza a un mundo donde ya no había riesgos. A hacer una historia de misterio en una obra que no suele hacer gala de ello.

A crear un villano realmente diferente a todo lo visto anteriormente, haciendo uso de la nueva cosmogonía de la obra. Y aún más, se atrevió a hacer un final en el que a todas luces los buenos han perdido y tuvieron que recurrir a una fuerza de la naturaleza para oprimir el botón de reset.

En el proceso Dragon Ball Super superó en episodios a GT, trajo de vuelta y mutiló a la fusión definitiva y puso límites en la forma de Zen-chan. Además, para muchos insinuó un importante regreso al primer plano para Gohan. No se de donde sacan eso, pero ciertamente nos encantaría verlo.

Nuestra fe en Dragon Ball Super sigue siendo endeble, pero esta saga ha hecho que valga la pena el viaje. Ojalá siga mejorando.

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