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Una conversación con Bryan y Mary Talbot sobre su vida, los cómics

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Bryan Talbot y Mary M Talbot

(Madrid, 23 de Agosto. O’kuroku).- Con vergüenza debo reconocer que esta entrevista demoró casi un año en ver la luz. Pero es un honor poder tener como uno de los primeros trabajos de esta nueva etapa como web, esta entrevista con Bryan y Mary Talbot.

Quizás es que algo en mi interior sabía que debía reservarme esto para una mejor ocasión. El encuentro Bryan, una leyenda de los cómics, y su esposa, una reconocida investigadora convertida de guionista, se produjo en diciembre del año pasado. La cita fue el último Expocomic, o mejor dicho, el primer Héroes Manga Madrid.

Fue una enriquecedora media hora en la que nos paseamos por la historia de los cómics alternativos en Reino Unido y sobre cómo emergió Bryan Talbot de ese movimiento. Pero también sobre cómo su esposa, tras décadas de matrimonio, finalmente también entró a este fascinante mundo.

¿Quiénes son Bryan y Mary M. Talbot?

Bryan es un escritor y artista de cómics con una larga carrera, en la que se ha especializado en la novela gráfica. De hecho es considerado el padre de la novela gráfica en Reino Unido. Sin embargo, también ha pasado por los cómics mainstream y por las tiras cómicas. Además es un ganador del Premio Eisner, Haxtur e Inkpot.

Sus trabajos más reconocidos son The Adventures of Luther Arkwright, la serie Grandville, así como The Tale of One Bad Rat. Eso sin contar su trabajo junto a su esposa o su paso por títulos como Judge Dredd, Hellblazer, Batman: Legends of the Dark Knight, colaborando con Neil Gaiman en The Sandman y con Bill Willingham en Fables.

Por su parte, Mary tuvo una larga carrera académica, especializada en el análisis del discurso. Antes de probar suerte como escritora de ficción, publicó trabajos sobre lenguaje en la ficción y lenguaje y género. En 2012 publicó su primera novela gráfica, ilustrada por su marido, Dotter of Her Father’s Eyes, con la que ganaron el Premio a la Biografía Costa.

Primer contacto con los cómics

Bryan Talbot, Mary M. Talbot
Bryan y Mary Talbot firmando autógrafos a fans en Expocomic 2016

Bryan recuerda como si fuera ayer como conoció los cómics. Antes de ir a la escuela siquiera, sus padres le compraban caricaturas para niños. La primera que estuvo en sus manos fue la revista Jack and Hill. Pese a no saber leer, disfrutaba de ver las páginas.

Los cómics de DC Thomson como las revistas The Beano y The Dando también llegaron a sus manos temprano. En los años 50 ya era un gran aficionado. Para él, la llegada de artistas como Leo Baxendale o David Law significó una reinvención de los cómics.

“Los personajes de cómics para niños tenían que ser graciosos y peculiares, pero eran figuras del sistema, no hacían ningún daño,” dice.

“Eran sosos,” apunta Mary. “Si, eran muy sosos,” afirma Bryan.

“Después de ellos los cómics se se volvieron anárquicos. De repente los villanos en las páginas eran policías, guardias, oficiales. Los chicos solían tener batallas con la policía en las calles ¿Sabes? Solían chocar contra ellos como tanques,” recuerda.

En ese tiempo se inició una “guerra” contra los cómics americanos, considerados imperialismo cultural por la extrema izquierda en el Reino Unido. Géneros como el horror fueron prohibidos y Bryan dice entre risas que aún hoy lo son, pues no se cambió la ley. También hizo mención a la relevancia del cómic Dan Dare de Frank Hampson en la escena del cómic británica. En ese ambiente se familiarizó con los cómics, pero jamás pensó que viviría de ello.

Viviendo de los cómics

«Yo estaba siempre leyéndolos e incluso desde los 8 años ya los estaba dibujando. Pero nunca se me ocurrió que podía ganarme la vida con eso. Quería hacer algo de arte, pero no sabía qué,» explica respecto a su entrada al negocio.

En la escuela destacaba en lengua y arte, justamente las dos habilidades que necesitaba para su posterior carrera. Luego estudió diseño gráfico en el momento en que los cómics underground estaban en plena ebullición, con artistas como Robert Crumb y Gilbert Shelton.

«Cuando terminé la universidad estuve desempleado por seis meses. A este punto ya estábamos casados y teníamos dos niños. Buscaba trabajo haciendo lo que fuera. Y estábamos en depresión en Reino Unido, a principios de los 70, continúa.

Publicó su primer cómic gracias a un encuentro casual con el dueño de una tienda en Londres. Tres años más tarde, cuando terminó un cómic y buscó a esta persona que le prometió ayudarlo, publicó por primera vez. También publicó en Mallorn, la revista de la sociedad de Tolkien. Así terminó trabajando por cinco años en la escena underground y alternativa.

«Mi primer intento de hacer algo más mainstream fue en Luther Arkwright (1978) y lo que veía como historias de aventura para adultos,» dice. De allí en adelante su carrera despegó.

Su estilo ha cambiado mucho de un cómic al otro ¿Por qué esos cambios?

Si, así es. Siempre trato de elegir el estilo más adecuado para la historia. Mi arte siempre ha estado dictado por la historia. Diferentes historias demandan diferentes estilos de arte.

En Grandville dibujó personajes como animales ¿Cómo eligió a animales específicos para cada personaje?

Bryan:  A veces es muy fácil, sabes, si tienes a un personaje malvado y dibujas a un cocodrilo con un arma sabes que es malo. ¿Sabes?

Mary Talbot: A veces decides hacerlo al contrario de estereotipo, hiciste a una wombat como traficante de armas

Bryan: Oh si, en el primero. A veces… Por ejemplo una vez necesitaba hacer a un presumido mesero francés ¿Qué es así? ¿Que parece muy presumido? Entonces elegí un pavo real. Hay varias razones por las que LeBrock es un tejón, una de las principales es que me solía gustar El Viento en los Sauces de Kenneth Grahame. En la historia hay un sapo, es muy rico y gasta en cosas estúpidas,  sus amigos trata de controlarlo y no pueden. Entre los personajes está un Tejón, que es el personaje más capaz de todos. Además los tejones parecen ser muy pragmáticos, de clase trabajadora. Así que lo hice un tejón de clase trabajadora. Además pueden ser bastante feroces y ese es otro aspecto que quería. Otro de los cómics que leía de niño era Rupert The Bear, y mi padre me lo compraba todas las navidades. Es también de animales antropomórficos y su mejor amigo era un tejón, que por las rayas en la cara parece llevar una máscara. Esa es otra razón por la que usé un tejón.

¿Cual es el trabajo que más le ha llenado hasta ahora?

Disfruto mucho de hacer las de Grandville, son divertidas de hacer. Pero creo que de lo que estoy más orgulloso es de The Tale of One Bad Rat, por algunas razones. Una, que cree este estilo para hacerlo que era muy claro. Muy accesible para las personas que no están acostumbradas a leer cómics. Fue el primer libro que no era del género que hice. Personas más allá de los fans de los cómics pueden disfrutar leerlo. Así que de manera deliberada hice la narrativa muy clara y el arte muy claro. Era una historia fácil de seguir. Otra razón es que hoy, esto fue hace 24 años, sigo encontrando personas que sufrieron de abusos y me dicen lo que significó para ellos esa historia. De hecho ha ayudado a niños a hablar sobre sus experiencias de abuso.

Usa los comics para dar un mensaje más importante para la sociedad. ¿Qué piensa del estado actual de los cómics, que se han vuelto tan populares?

Creo que hay demasiados eventos ahora. En Reino Unido hay uno cada dos fines de semana ahora. Pero el hecho es que las ventas de los cómics mensuales están descendiendo, desde los años 60. En DC Comics, Marvel Comics, solían ser cancelados si vendían menos de 40 mil ejemplares. Ahora hay títulos que venden 2000. Pero el asunto es que el mercado de las novelas gráficas ha estado creciendo en ese tiempo. En Estados Unidos crecido constantemente. En el otro lado del Atlántico las novelas gráficas son el sector de mayor crecimiento en el mundo editorial. Hay más diversidad en las novelas gráficas, hay mucha más diversidad.

¿Cree que ha llegado a un punto en que puede ser considerado finalmente arte?

Si, ha estado yendo en esa dirección en Gran bretaña y America por un largo tiempo, convirtiéndose en una forma de arte legítima. El primer libro que hice con Mary, Dotter of Her Father’s Eyes, ganó el Premio Costa a la mejor biografía. Ahora nos invitan más a festivales literarios que a eventos de cómics. Para hablar al público en general que es genial.

Justo eso iba a preguntarle Mary. Usted era una académica ¿Que le llevó finalmente al mundo de los cómics?

Me jubilé de manera anticipada, así que tenía el tiempo de empezar a hacer algo diferente. Bryan de hecho sugirió que podíamos escribir una novela gráfica una noche, mientras nos tomábamos una copa o dos. ¿Por qué no escribes una novela gráfica y yo la dibujo? Me dijo.

¿Cómo fue esa dinámica de trabajar juntos para escribir algo tan personal y presentarlo al público?

Mary: Al principio fue muy personal. Fue una experiencia muy satisfactoria, disfrutamos mucho trabajar juntos. Hemos estado casados por más de 40 años y la mayor parte de ese tiempo hemos estado en carreras separadas. Y de repente estábamos trabajando en algo juntos, íbamos en la misma dirección.

Bryan: Fue bueno trabajar juntos en un proyecto después de tanto tiempo. Proyectos, porque estamos trabajando en otro libro juntos, que se publicará después de la quinta de Grandville, que es la última en la serie. Normalmente las colaboraciones entre artista y escritor son cercanas, pero vivimos juntos así que es una colaboración mucho más cercana. Así que ambos aportamos opiniones en el trabajo del otro.

Es experta en análisis del discurso, que nos puede decir de los cómics como forma de expresión

En términos de narrativa lo encuentro muy liberador, porque estas tratando con palabras e imágenes en secuencia, que es genial. Estoy disfrutando mucho hacer esto. Como forma de expresión, tienes que ser muy sucinto, tienes que recordar que como tienes lo visual además de las palabras, no tienes que poner todo en palabras. Porque te comunicas usando la expresión, usando el paisaje, usando el color, usando toda clase de cosas.

¿Por qué cree que sigue siendo subestimado como una forma de entretenimiento solo para niños?     

Los comics pueden ser de lo que sea, pueden ser historias para niños pequeño o abordar temas muy pesados. Pueden ser sobre cocina o sobre todo. Estoy disfrutando de usarlos para llevar a una audiencia más amplia las cosas en las que yo estoy interesada, haciendo de una manera que sea atractiva y accesible, con material que suele ser muy complicado. Es un medio muy bueno para expresar ideas complejas de una manera muy accesible.

 

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