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Arifureta Ep 10-11: Un viaje desde un foso profundo a un árido valle

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Arifureta

(Lechería, 25 de septiembre. O’kuroku).- Este par de episodios de Arifureta siguió ese patrón de ser uno terrible seguido por otro decente; y por acá vengo de nuevo a compartir con Ustedes mis impresiones.

Luego de que el episodio 9 de Arifureta mostrara cómo no animar combates, la siguiente entrega se caracterizó por arruinar varios buenos momentos de la novela; y la posterior a esa mostró la cara decente de la adaptación, donde se respetó al material original manteniendo unos valores de producción aceptables.

Ok, empecemos con el episodio 10 entonces. En primer lugar, tenemos todo el asunto de la relación de Hajime con la sensei. En las novelas se establece muy bien qué relevancia tiene la sensei en ese mundo y porqué tanta gente la ve como una deidad. Además, el ataque a la villa tiene como objetivo matarla porque para la mente maestra detrás de dicha jugada, ella se ha vuelto una molestia y una potencial amenaza al reducir su control sobre las masas.

No debemos olvidar que, para ese momento, Hajime sólo desea regresar a casa y no tiene la menor intención de reunirse con sus compañeros de clase; ni siquiera desea buscar venganza, él simplemente ya no se ve como uno de ellos. Sin embargo, la sensei, en parte por el deber, en parte por culpa, en parte por su personalidad, se rehúsa a aceptar esa decisión de Nagumo y busca reintegrarle.

Lamentablemente, esto pierde fuerza en el anime porque no se ha establecido bien el trasfondo de ella ni su importancia en ese mundo; además, todas las interacciones dramáticas de Hajime con la sensei pierden seriedad ante una pobre animación que ni siquiera es capaz de guardar las proporciones adecuadamente.

De hecho, todo el asunto de Hajime dando el discurso para que el crédito de sus acciones se lo lleve la sensei como una forma de protegerla se perdió debido a lo ridículo y risible de la animación y a la falta de contexto para poder entender las intenciones de Nagumo.

El descubrimiento de que fue Shimizu quien dirigió el ataque fue un plot twist interesante por partida triple en la novela: 1) Nadie se esperaba que el chico que estaba perdido fuera quien estuviera dirigiendo al ejército de monstruos, 2) Luego se supo que había alguien detrás de las acciones del chico y 3) Permitió que Hajime mostrara su lado más rudo delante de la sensei.

No obstante, nuevamente el anime falló al adaptar estos puntos. 1) Prácticamente no se hizo referencia al chico hasta ese momento, salvo nombrar que estaba perdido un par de episodios antes. Obviamente, esto hace que descubrir que él era el villano no genera ningún impacto porque no le conocíamos como personaje.

2) Hasta ese entonces no se había mencionado nada de las personas que están detrás de las conspiraciones moviendo los hilos del mundo. Originalmente creía que, dado que este episodio no abarcó el final del volumen 3 y que allí había ciertas escenas claves al respecto, en el siguiente capítulo tocarían el tema, pero no, nada que ver.

3) Toda la animación de la secuencia donde el villano detrás de Shimizu le ataca para silenciarlo, hiriendo a Shea en el proceso estuvo tan mal animada que cuesta entender qué fue lo que pasó allí. Por otro lado, la escena donde Hajime le remata no tuvo la fuerza necesaria como para generar el impacto deseado; y la verdadera explicación detrás de esa acción de Nagumo seguramente fue difícil de entender si no has leído la novela.

Finalmente, la pelea entre Hajime y el ejército de monstruos fue lo mejorcito del episodio. Sí, aunque cueste creerlo, una escena de combate terminó siendo lo más relevante de una entrega del anime de Arifureta. Pero no se equivoquen, la misma estuvo plagada de aberraciones con el 3DCGI y pobre dirección; aunque tuvo ciertos momentos rescatables como Hajime matando varios monstruos con sus dos pistolas y el dragón de Yue.

Otro momento positivo fue todo el segmento con la canción de inserción. El tema y la secuencia estuvieron bastante bien y hasta la dinámica entre Hajime y Tio lució divertida. Lástima que el resto del episodio no estuvo a la altura.

Toca el turno de comentar el episodio 11. Honestamente, no hay mucho que decir de este capítulo de Arifureta. ¿Por qué? Porque es lo mínimo que uno esperaría de una adaptación de una novela ligera. Respeto al material original, una animación decente, una banda sonora acorde (con nueva canción de inserción incluida, la cual de paso estuvo bastante bien), una dirección correcta y una edición que no desentonó. Incluso, los breves combates fueron animados con inteligencia para que, pese a la limitada producción, no deslucieran demasiado.

Como ya dije en un review anterior, el anime de Arifureta muestra su mejor cara en los episodios de corte Slice of Life. Lástima que este rostro no compense los horrores de los fosos en los que esta adaptación puede llegar a caer; y termine siendo apenas un árido valle. En resumen, aunque las cosas buenas de la trama están allí, todo eso queda diluido en medio de una producción mediocre y unas terribles decisiones por parte del staff a cargo. Nos vemos en la próxima entrega.

Por Jacinto Muñoz (@shougoamakusa)

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