Nunca había visto Evangelion hasta ahora y no me arrepiento

(Caracas, 24 de Diciembre. Yakuza Webzine).- Antes de que lluevan los comentarios de “¿Cómo puedes decir eso?” aclararé el título: No me arrepiento en lo absoluto de no haber visto Evangelion a los doce o diez años por Locomotion.

¿La razón? Porque no la hubiese disfrutado en lo absoluto, y mucho menos tanto como la he disfrutado a la edad que tengo actualmente. La serie acaba de cumplir veinte años este 2015, y nunca hubiese pensado que me iba a encantar así.

Intenté verla a los 17, pero nunca terminó de atraparme. Cuando se trata de ver series yo tengo un dicho, y es que tiene que ser el momento indicado para verla, porque si la veo en cualquier otro momento, o no la disfruto, o no me engancha como debería.

Para ser sincera nunca entendí el hype de NGE, primero porque me atrae ver series con Mechas. Por supuesto que en mi ignorancia de la serie desconocía la verdadera naturaleza de los EVA, cosa que me hacía una habladora de disparates que no sabía qué estaba diciendo, básicamente.

Quiero empezar diciendo una cosa; yo me dejé llevar por la comunidad en general y empecé a ver la serie sumamente escéptica con respecto a su personaje principal: Shinji Ikari. Hay muchas personas que conozco que detestan a Shinji, y como el sentimiento a veces llegaba a ser intensísimo, se me pegó.

Qué equivocada estaba. Yo soy una debilucha si un personaje tiene algún problema de autoestima, por lo general lo adopto como mi favorito más rápido de lo que termina su primera frase. Nunca entendí los problemas de Shinji ni su cobardía, pero luego de que vi la serie completa y entendí el tipo de personaje que era Gendou Ikari, solamente quiero adoptar a Shinji y darle de comer.

Además, la otra cuestión que me sorprendió es que todos son unos niños; a los 16 años tener que tomar ese tipo de decisiones tan fuertes y tan definitivas para sus vidas no debe ser nada fácil, por eso cada uno de ellos tiene más problemas psicológicos que cualquier otro personaje. Poco a poco conocer la historia de cada uno y ver sus problemas y sus pasados me dejó boquiabierta porque realmente la serie se siente mejor pensada que cualquier otra que pude haber visto en mi vida. Y ahí sí entendí el hype.

El argumento de la serie es muy complicado para ponerme a describirlo y creo que la mayoría de los lectores de este artículo ya ha visto la serie más de una vez, incluyendo las películas Remake, así que me daré la libertad de solo hablar por encima.

Su premisa fue espectacular y muy inteligente, además, su tema futurista y la atmósfera misteriosa tras cada pared de Nerv elevan el interés. No obstante siento que algunas cosas no fueron bien explicadas. Pudieron dejar un par de temas a la libre interpretación del espectador, pero me gusta más que me expliquen las motivaciones de los personajes, sobre todo.

Kaworu y Kaji principalmente fueron un misterio para mí, no entendía ciertas decisiones que tomaban o la motivación detrás de las mismas, pero me imagino que ese es uno de los encantos de la serie.

Los personajes son maravillosos, complejos cada uno en su historia y desarrollo, que además crean una empatía con el espectador de inmediato porque por lo general es muy difícil identificarse con un personaje que sea perfecto. Los que no, que podrían llamarse antagonistas, generan un repudio tan grande que se contagia de generación en generación. Es que hay que admitir que no existe un padre peor que Gendou Ikari en la historia de la televisión, vamos.

La animación es preciosa, clásica y a veces arriesgada, sobre todo en los episodios existenciales. El tratamiento del color va acorde con cada episodio y cada sensación que te da la trama y además, la música es un complemento importantísimo que hace que las escenas donde se siente el suspenso y la acción, se vivan al máximo.

Finalmente quiero hablar de lo que todos ignoramos o pasamos por alto cuando pensamos en Evangelion: El terrible final que le dieron a la serie. Luego de dos episodios seguidos cubiertos a reventar de existencialismo y psicología y un final en la serie que no era un final, se sacan dos OVAs o una “película” donde por fin se ve cómo termina el asunto.

La única palabra que tengo para describir mi cara en esa hora que pasé viendo The End of Evangelion es: “¿Qué?”. Yo soy de las personas que opina que luego de un viaje tan increíble por 25 episodios, la serie se deterioró a partir de los últimos tres y luego trastabilló hacia un final que nadie aprobó. Tanto así, que lo único que escucho de todas las personas que se enteraron de que no había visto la serie hasta ahora, es: “por favor ve las películas, cambiaron muchas cosas”.

Por supuesto que quiero darles una oportunidad, pero me encantaría que estuvieran completas primero, así que esperaré a que salga la última para disfrutar de otro maratón de Evangelion pronto. Es interesante ver a los escritores “pedalear hacia atrás” -por así decirlo- con el final y decidir empezar a arreglar la trama y sus decisiones desde un cierto punto exacto en adelante, porque me parece que los momentos cumbres de la serie tienen que darse cerca del final y no fue así en mi experiencia. Ahora solamente queda ver cómo arreglan lo que decepcionó a tantos fanáticos.

Como pueden notar por mi reseña, estoy a punto de darle diez puntos a la serie; pero por desgracia, ese final me dejó con un sabor muy amargo en la boca (sobre todo un par de sucesos que luego se ven completamente disminuidos por el final verdadero de la historia) y le resta un punto a mi calificación. Sería un 9/10 para una serie única e increíble que definitivamente tiene todo el derecho de llamarse un clásico de la historia del animé.

Colaboración especial de Ana Victoria Fleitas (@vickyfleitas) para Yakuza Webzine